Quirón en Aries, todo sobre el asteroide que
marcará una nueva temporada de sanación
Quirón salió de Piscis e ingresó a Aries,
donde permanecerá por ocho años. El significado del centauro mitológico que
auspicia las curaciones.
Quirón, el mítico centauro arquetípico, ha
salido de Piscis, en donde nos incitó a adentrarnos en lo más profundo de
nuestras emociones para sanar. Nuevas terapias energéticas y métodos de
sanación se utilizaron en abundancia. Ha terminado su fase en el signo regido
por Neptuno y ha ingresado a Aries, signo de fuego cardinal regido por Marte,
en donde permanecerá ocho años.
La historia de Quirón
Quirón es un asteroide cometa descubierto en
1977, mientras transitaba el signo de Tauro. Se sitúa en el medio del último
planeta social, Saturno, y el primer transpersonal, Urano, siendo el eslabón
perdido entre el deber ser, el mandato y la tradición, y las ganas de lanzarnos
a lo nuevo y ser creativos. En la mitología griega, Quirón, de la raza de los
centauros, conoce el rechazo desde muy temprano en su vida, cuando su padre,
Saturno, lo abandona luego de forzarse en su madre, Fílira, en una relación no
consentida, y su propia madre, horrorizada y disgustada por padecer el abuso,
le pide a los dioses que la transformen en un árbol para poder desaparecer y
evadir la maternidad. Quirón se encuentra solo y desamparado, pero decide hacer
valer su vida, es apadrinado por Apolo, Dios del Sol, quien lo instruye en el
arte, el combate, la herboristería entre otras cosas. Quirón hace de su
vida el servicio al otro pero olvida su propia herida, la cual volverá, de
la mano de un flechazo accidental de su amigo Hércules, y esto lo
obliga a refugiarse en una gruta -símbolo uterino- a revisar sus heridas y
sanarlas desde el silencio y la aceptación.
Significado en la carta natal
Quirón astrológico, en su tránsito por el
cielo, va marcando áreas de trabajo evolutivo, sobre todo aquellas que
requieren “hacernos cargo”, ya que está asociado a las heridas profundas, negadas,
a la sombra que nos cuesta ver, a lo proyectado, a lo que duele, pero a veces
no sabemos por qué.
Mucho del caudal de heridas que trae Quirón
en nuestro mapa natal está dado por repeticiones y patrones ancestrales
heredados, y también por temáticas no resueltas de vidas pasadas y situaciones
kármicas. Quirón nos duele, y ese dolor es el área por donde puede entrar la
luz de la consciencia necesaria para sanar. Abrir los ojos no es fácil, en un
mundo donde tapar es más frecuente que enfrentar, porque enfrentarnos a lo que
nos duele, nos da pánico. Nos anestesiamos consumiendo, resguardados bajo el
sistema que nos alimenta los vacíos con excesos y con ruido, no fomentando el
silencio que permite las respuestas del alma.
De Piscis a Aries
El tránsito de Quirón en Aries traerá muchas
heridas narcisistas. Muchas luchas egoicas, y también abrirá dolores
relacionados a la furia de no animarnos a arrancar y a salir de la zona de
confort. El arquetipo del pionero, tan clásico de Aries, es un deseo que muchos
no se animan a habitar. El emprendedor que hay dentro nuestro, el guerrero que
se aventura a lo nuevo sin sentir miedo, el valiente que transgrede y va a por
sus sueños. Cuando ese deseo no está habilitado, surge la sombra ariana de la
furia, del enojo profundo, el iracundo en lucha con su vida, con el sistema,
con sus padres, consigo mismo. El impaciente, el ansioso que vive enojado
por sentir que la falta de oportunidades no tiene que ver con él, sino con el
entorno que no se las da.
Poder sincerarnos y evaluar qué área de vida
necesita cambios y arranque -determinada por la casa astrológica por donde está
transitando Quirón- y también analizar la situación de nuestro Quirón natal por
casa y aspectos, nos ayudará a dar pasos, no importa cuan pequeños sean, hacia
nuestra liberación y conquista de la vida que deseamos.
Quirón en Aries también puede exacerbar el
arquetipo edípico de la rivalidad, la competencia y el aplastar al otro como
modo de avance personal, tan frecuente en las sociedades capitalistas. Entrar
en ese círculo es tóxico para nosotros y todos los involucrados. No necesitamos
degradar a nadie para sentirnos bien con nosotros mismos, ni la vida se traduce
a una jungla en donde todos deberíamos estar en lucha constante. La
sanación ocurrirá cuando nos demos cuenta que la competencia está basada en la
inseguridad y el miedo, y si apuntalamos nuestra autoestima, lograremos
aliados y colaboradores que nos ayuden a expandirnos. El trabajo sano en equipo
será la clave para esos emprendimientos que ansiamos, los cuales Quirón en
Aries viene a manifestar, y si logramos sortear el miedo y la competencia,
podremos llegar muy lejos.
La competencia con uno mismo para llegar más
lejos será aconsejable, mientras en el proceso haya amabilidad. El confiar
profundamente en el instinto, el fuego interno, será menester para adentrarnos
en la conquista de nuestros deseos. Recordemos que el Centauro tiene mente
humana pero cuerpo de caballo, cuatro patas para cabalgar y recorrer la vida
con bravura, tesón y libertad. ¡Vamos por eso!
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