Astrología kármica: el debe y haber del
destino reflejado en la carta natal
Planetas retrógrados, nodos lunares y otros
elementos en el mapa astral que nos hablan del karma presente y heredado.
Mónika Correia Nobre, astróloga kármica, responde a nuestras inquietudes
al respecto.
¿Por qué una persona trae un don de
nacimiento, por ejemplo, para la música? ¿Por qué otra posee una traba
constante, con el tema económico, con la pareja, con el trabajo, con la
comunicación? "Es un karma", escuchamos a menudo sobre algo que se
nos dificulta, que nos desvela. Más allá de las terapias de vidas pasadas (que
son bastante utilizadas y recurrimos a ellas para que nos digan "en otra
vida fuiste...", pidiéndonos al respecto una ciega confianza), la
Astrología tiene algo que decir.
La traducción del cielo en la carta natal no
es unívoca, cada astrólogo posee una línea personal de interpretación. Y la
lectura astral sobre lo kármico es una posibilidad. Dialogamos con
la astróloga Mónika Correia Nobre, quien aborda este tema en
su nuevo libro Astrología kármica, las vidas pasadas y el camino del
alma(Editorial Astroflor, 2019). "Sí, al leer las pistas que nos
ofrece el cielo natal, realizamos una interpretación kármica, lo que
vemos es el resultado de las experiencias pasadas, la meta de la vida presente
y el destino por seguir. Así, la Astrología Kármica revela el
movimiento del alma a través de las distintas vidas precedentes y nos muestra
el sentido en el que se dirige", dice en el primer capítulo. En esta
entrevista explica a Entremujeres de qué se tratan estos
conceptos.
- ¿Qué entendés por
karma? ¿Cómo se manifiesta?
Tal cual como pasa con una botella que
arrojamos desde la orilla y las olas la devuelven a la playa se manifiesta en
la vida el karma. Es ese sistema interactivo y cooperativo hiper justo en el
que vivimos: la ley de acción y reacción, similar a un bucle o a un infinito
(como el arcano La Rueda de la Fortuna). Todo lo que movemos; ya sea en el
plano emocional, en el mental o mediante nuestras acciones
cotidianas, regresa a nosotros de manera inevitable.
Generalmente utilizamos la palabra "karma" con sentido negativo, como algo que estamos adeudando, y no registramos que la suerte que tenemos o el bienestar que
disfrutamos es el resultado visible de haber realizado lo correcto.
Generalmente utilizamos la palabra
"karma" con sentido negativo, como algo que estamos adeudando.
En realidad la forma de lograr mejores
condiciones de vida es simple: si somos generosos la suficiente cantidad de
tiempo comenzaremos a recibir generosidad de parte de otras personas y de parte
del Universo mismo -que nos dará pequeños y grandes “milagros”-: alguien
que nos ayuda desinteresadamente, un billete en la vereda, el encuentro con un
gran amor.
Como astróloga kármica, cuando leo la
carta de una persona no la veo como alguien recién llegado al planeta, sino
como alguien que tiene un largo recorrido, una larga historia. Por eso
al interpretarla entiendo que toda su carta es el resultado de su recorrido
anterior y me señala al mismo tiempo la potencialidad que tiene su vida actual.
Es decir que, en este tipo de lectura, los planetas que están directos son
un tesoro que la persona ha logrado gracias al uso correcto de la energía que
representan.
Por ejemplo, y abstrayéndonos de los
aspectos, si Venus está directo significa que la persona sabe
amar o sabe valorar el tema del signo y casa en la que se encuentra. Y
si Venus está retrógradotiene que aprender a amar o valorar alguna de las
cuestiones de ese signo o casa.
- Cuando una persona se va
a leer su carta natal, ¿le hablas de sus deudas o beneficios kármicos? ¿Hay
personas que arrastran "más karma" que otras?
En la consulta, la información kármica que da
la carta natal viene a completar las percepciones e intuiciones del
consultante, a dar respuesta a hechos que muchas veces se sienten como injustos
o como bloqueos que incomodan.
Lo bueno es saber que, una vez que entendemos
el asunto, siempre se puede reparar el karma o compensar la situación que lo
originó y de esa manera aliviar lo que se está viviendo actualmente. La función
del karma no es hacerle pasar una mala experiencia a alguien sistemáticamente. El
Universo no se dedica a gastar energía si la persona ya comprendió. La idea es
el aprendizaje y es por eso que, una vez que utilizamos de forma eficiente una
energía planetaria, la representación de esa vivencia no es necesaria. Para
esto es muy importante comprender, hacer consciencia. El dolor se
esfuma y comenzamos un nuevo bucle de experiencias.
- ¿Por ejemplo?
Cada carta natal tiene diferente karma.
Algunas personas traen más materias previas o luchas más exigentes y otras
aparentan tener menos condicionamientos. Pienso que no hay cartas malas, todas
son perfectas para ese ser y para esa vida. Además la misma carta natal ofrece
las soluciones a los conflictos que plantea.
Según mi punto de vista, coordinamos
parte del entrenamiento que vamos a recibir antes de encarnar, tomamos contacto
con el mapa y la información de lo que queríamos aprender y del propósito de
esta vida. En todos los casos existe una suerte de compromiso con nosotros
mismos de movernos hacia un espacio mayor, mas pleno y más luminoso.
- ¿En qué elementos lo
podés ubicar en un mapa astral?
El karma en la carta natal se interpreta a
través de los planetas retrógrados, la información que aporta la casa
12, los signos interceptados que forman corredores kármicos y los nodos-que
marcan la línea del destino mayor-. La suma de la interpretación de todos
estos ítems da un panorama completo kármico y evolutivo.
- ¿Qué tienen que ver los
planetas retrógrados con el karma, cuando aparecen en una carta?
Muchas veces lo más jugoso en
información lo aportan los planetas retrógrados, ya que representan
energías que no gestionamos correctamente, pero además señalan personajes que
están en nuestra vida y con los cuales tenemos deudas o rutas para recorrer en
común (y oportunidades de hacerlo mejor que la vez anterior). Así podemos
descubrir parejas que conocemos de vidas pasadas, un hermano que era nuestro
padre o haber sido la madre de mi madre.
- ¿Y los nodos lunares?
Los nodos lunares tienen una gravitación enorme en cuanto a la dirección que tomará
la vida del consultante a lo largo del tiempo, ya que representan el destino: cuál fue la misión anterior, cuál es la misión activa,
qué capacidades aprendimos y cómo tenemos que aplicar eso ahora, en qué
áreas hay que trabajar en esta encarnación.
- ¿Hay karmas que son más
“personales” y otros más “generacionales”?
Cada uno de nosotros tiene activas varias
líneas de karma. Las más fáciles de reconocer son el karma personal y
el karma familiar. En el personal compensamos y mejoramos los
resultados de las acciones, pensamientos y emociones propias realizadas antes
de la presente vida, pero también las que resultan de los movimientos de años
anteriores o días anteriores, ya que a veces recibimos muy rápidamente la
respuesta kármica.
En cuanto al karma familiar, tomamos la posta
de un rol dentro del trabajo grupal del árbol genealógico. Así conectamos con las acciones, pensamientos o emociones
realizados por un ancestro y nos esmeramos para solucionar, darle nueva vida o
mejorar el resultado de esas acciones.
A esas líneas kármicas se le suman
movimientos generacionales del que participan enormes cantidades de personas
que tratan de alivianar una carga o el resultado derivado de cuestiones
históricas. Por ejemplo, las próximas generaciones deberán limpiar el
planeta de los tóxicos que actualmente vertemos en la atmósfera, en el mar; en
todos lados vemos la acción irresponsable que está poniendo la vida planetaria
en peligro.
El karma generacional tiene un efecto similar
a mover la sopa oceánica, las ondas agitarán la superficie y nos traerán de
nuevo eso que hemos impulsado. A veces nos olvidamos de que cuando hablamos de
nuestros nietos o bisnietos, hablamos de nosotros mismos en la próxima
encarnación. Finalmente somos nosotros los que deberemos arreglarlo.
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