Después de haber atravesado
la gran ola emocional que nos dejó Julio con los eclipses en los signos de
Cáncer y Capricornio, vamos todos intentando de a poco pararnos en la orilla,
empezar a hacer pie pisando la nueva tierra que se despliega ante nuestros
ojos.
Fueron los meses pasados para algunos, momentos de mucho trabajo interior y dolor por el reconocimiento de las propias trabas y cargas que llevamos desde un pasado remoto.
Fueron los meses pasados para algunos, momentos de mucho trabajo interior y dolor por el reconocimiento de las propias trabas y cargas que llevamos desde un pasado remoto.
El agobio emocional nos
obligó a enfrentarnos con esos viejos lastres para rescatar el alma de un gran
letargo.
Ahora la energía fluye con dirección y brillo siempre y cuando la autenticidad del corazón del León se exprese en lo pasos que daremos.
Todavía quedan vestigios de
lo vivido, Mercurio en Cáncer en oposición a Plutón en Capricornio todavía nos
habla en forma interna o a través de personas externas de lo que no podemos, no
somos capaces o no nos merecemos, pero esas voces son sólo fantasmas y miedos y
si logramos identificarlos, comenzaremos a dar forma a través del intelecto y
la emoción (Mercurio en Cáncer) sueños que quedaron en el olvido (Neptuno en
Piscis) Mercurio y Neptuno están en Trígono beneficiándonos a la hora de querer
encontrar a través del pensamiento el modo de materializar nuestros sueños.
El Sol y la Luna Nueva en
Leo nos anuncian el inicio de una etapa donde es hora de levantarse y andar,
donde la pasión, el juego y el esplendor serán los motores del día a día.
Esta Luna Nueva en Leo en conjunción con el Sol y Venus nos auguran el momento de la CREACIÓN, pero como todos estos planetas están en cuadratura con Urano en Tauro nos indican que esta creación se trata de algo Nuevo, de algo diferente, y que por más que cueste despojarse de los viejos patrones y hacer oídos sordos a todo lo que nos niega el intento, llegó la hora de tener el coraje del León para salir adelante.
Esta Luna Nueva en Leo en conjunción con el Sol y Venus nos auguran el momento de la CREACIÓN, pero como todos estos planetas están en cuadratura con Urano en Tauro nos indican que esta creación se trata de algo Nuevo, de algo diferente, y que por más que cueste despojarse de los viejos patrones y hacer oídos sordos a todo lo que nos niega el intento, llegó la hora de tener el coraje del León para salir adelante.
La creación de lo nuevo
está ligada a nosotros mismos, al valor y el brillo que nos damos porque
creemos merecerlo y al modo en que lo manifestamos en nuestras relaciones
amorosas y laborales.
Es este un tiempo de brillar de otro modo, de mostrarnos de otro modo, cuál?, el genuino, el que llena de pasión, el que nos gusta, el que nos hace sentir vivos, no por eso volviéndonos déspotas con los demás, ya que esa es la vibración más baja de Leo.
Es este un tiempo de brillar de otro modo, de mostrarnos de otro modo, cuál?, el genuino, el que llena de pasión, el que nos gusta, el que nos hace sentir vivos, no por eso volviéndonos déspotas con los demás, ya que esa es la vibración más baja de Leo.
Por otro lado Marte también
en Leo en trígono con Júpiter en Sagitario, nos beneficia con el coraje
necesario para dar el paso que nunca dimos, para expandirnos, para estudiar,
para encontrar nuevos horizontes y personas que considerábamos extranjeras por
pertenecer a grupos diferentes a los nuestros y para ir por lo que queremos.
Este es un gran momento
donde el universo nos invita a disfrutar auténticamente de la vida y mostrar
quién realmente somos, vayamos sembrando desde el corazón, nuestros frutos con
seguridad madurarán cuando llegue la Luna llena de Febrero del 2020, y quizás
cuando miremos hacia atrás ni siquiera entandamos cómo pudimos lograrlo.
Feliz Luna Nueva, Feliz siembra !!!
“Que tus despertares, te
despierten.
Y que al despertarte, el día que comienza te entusiasme.
Y que jamás se transformen en rutinarios los rayos del Sol que se filtran por tu ventana, en cada nuevo amanecer.
Y que tengas la lucidez de concentrarte y de rescatar lo más positivo de cada persona que se cruce en tu camino.
Y que no te olvides de saborear la comida, detenidamente, aunque “sólo” se trate de pan y agua.
Y que encuentres algún momento durante el día, aunque sea corto y breve, para elevar tu mirada hacia lo Alto y agradecer, por el milagro de la salud, ese misterioso y fantástico equilibrio interno.
Y que logres expresar el amor que sientes por tus seres queridos.
Y que tus abrazos, abracen.
Y que tus besos, besen.
Y que los atardeceres te sorprendan, y que nunca dejen de maravillarte.
Y que llegues cansada y satisfecha al anochecer, por la tarea satisfactoria realizada durante el día.
Y que tu sueño sea calmo, reparador y sin sobresaltos.
Y que no confundas tu trabajo con tu vida, ni tampoco el valor de las cosas, con su precio.
Y que no te creas más que nadie, porque sólo los ignorantes desconocen que no somos más que polvo y ceniza.
Y que no te olvides, ni por un instante, que cada segundo de vida es un regalo, un obsequio.
Y que si fuésemos realmente valientes, deberíamos bailar y cantar de alegría al tomar conciencia de ello, como un pequeñísimo homenaje al misterio de la Vida, que nos acoge, nos abraza y nos bendice.”
Y que al despertarte, el día que comienza te entusiasme.
Y que jamás se transformen en rutinarios los rayos del Sol que se filtran por tu ventana, en cada nuevo amanecer.
Y que tengas la lucidez de concentrarte y de rescatar lo más positivo de cada persona que se cruce en tu camino.
Y que no te olvides de saborear la comida, detenidamente, aunque “sólo” se trate de pan y agua.
Y que encuentres algún momento durante el día, aunque sea corto y breve, para elevar tu mirada hacia lo Alto y agradecer, por el milagro de la salud, ese misterioso y fantástico equilibrio interno.
Y que logres expresar el amor que sientes por tus seres queridos.
Y que tus abrazos, abracen.
Y que tus besos, besen.
Y que los atardeceres te sorprendan, y que nunca dejen de maravillarte.
Y que llegues cansada y satisfecha al anochecer, por la tarea satisfactoria realizada durante el día.
Y que tu sueño sea calmo, reparador y sin sobresaltos.
Y que no confundas tu trabajo con tu vida, ni tampoco el valor de las cosas, con su precio.
Y que no te creas más que nadie, porque sólo los ignorantes desconocen que no somos más que polvo y ceniza.
Y que no te olvides, ni por un instante, que cada segundo de vida es un regalo, un obsequio.
Y que si fuésemos realmente valientes, deberíamos bailar y cantar de alegría al tomar conciencia de ello, como un pequeñísimo homenaje al misterio de la Vida, que nos acoge, nos abraza y nos bendice.”
F. Daniel Karpuj
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