Podemos elegir cuantos cambios estamos
dispuestos a asumir en nuestro ciclo de Ascensión y cuanto estamos dispuestos a
hacer (o a no hacer) en nuestro camino de transformación. ¿Avanzamos con paso
lento y seguro o nos libramos de todo lo anterior con la idea de quemar las
naves, reduciéndolo todo a cenizas?
Nuestra decisión depende de dos factores: cuántas veces estamos dispuestos a
repetir ciclos kármicos y cuánto estamos dispuestos a dejar ir. La elección es
nuestra y, aunque las dos vías son posibles, quizá sea mejor optar por un
término medio más ponderado.
-Cuántas veces a la semana quiero cortar el
césped.
-Cuántas veces quiero vaciar la bolsa de residuos mientras estoy segando.
Cuando la cuchilla está alta sólo se cortan las puntas, por lo que tengo que cortar la hierba dos veces por semana y no una. Por eso prefiero la opción de bajar la cuchilla, porque así la hierba estará más corta y tardará más en crecer. Pero entonces, tengo que vaciar la bolsa de residuos más veces. Eso supone parar la segadora, sacar la bolsa, ir a vaciarla, volver a la segadora, volver a colocarla y arrancar de nuevo la cortadora. Cuanto más tengo que vaciar la bolsa de residuos, más tiempo me lleva cortar la hierba.
-Cuántas veces quiero vaciar la bolsa de residuos mientras estoy segando.
Cuando la cuchilla está alta sólo se cortan las puntas, por lo que tengo que cortar la hierba dos veces por semana y no una. Por eso prefiero la opción de bajar la cuchilla, porque así la hierba estará más corta y tardará más en crecer. Pero entonces, tengo que vaciar la bolsa de residuos más veces. Eso supone parar la segadora, sacar la bolsa, ir a vaciarla, volver a la segadora, volver a colocarla y arrancar de nuevo la cortadora. Cuanto más tengo que vaciar la bolsa de residuos, más tiempo me lleva cortar la hierba.
Mi elección de la altura de la hoja es una
metáfora de cómo podemos también elegir el tiempo, la energía y el esfuerzo que
queremos invertir en algo.
Nuestras elecciones respecto a lo que estamos dispuestos a dejar ir en nuestras vidas se basan también en premisas parecidas, como:
-¿Cuántas veces queremos repetir un ciclo kármico con una persona o repetir una situación determinada?
-¿Cuántas veces queremos sanar la energía de trauma, de drama y dolor por situaciones difíciles o dolorosas?
-¿Cuánto tiempo, energía y esfuerzo queremos poner en esa parte de nuestro ciclo de Ascensión?
Nuestras elecciones respecto a lo que estamos dispuestos a dejar ir en nuestras vidas se basan también en premisas parecidas, como:
-¿Cuántas veces queremos repetir un ciclo kármico con una persona o repetir una situación determinada?
-¿Cuántas veces queremos sanar la energía de trauma, de drama y dolor por situaciones difíciles o dolorosas?
-¿Cuánto tiempo, energía y esfuerzo queremos poner en esa parte de nuestro ciclo de Ascensión?
Nuestra respuesta a estas preguntas determinará
si nuestro avance en él será lento y seguro, o si pasaremos por él a toda
velocidad, empleando la política de quemar las naves y acabar con todo lo
anterior.
Pero hay una manera mejor de hacerlo: tomar el
camino del medio, que nos permitirá avanzar de forma más rápida que con el modo
“lento y seguro” (y también de manera más intencionada y deliberada que si
decidimos quemar las naves).
No se trata de terminar antes. Cada parte de nuestro viaje de Ascensión es un paso hacia la congruencia, hacia crear la totalidad energética y la armonía en nuestras vidas para poder experimentar una expansión satisfactoria de 360° en todas las áreas. Podemos alcanzar la totalidad mediante una transformación dirigida por nuestra intención, en lugar de destruirlo todo con la esperanza de poder reconstruirlo mejor en el futuro.
No se trata de terminar antes. Cada parte de nuestro viaje de Ascensión es un paso hacia la congruencia, hacia crear la totalidad energética y la armonía en nuestras vidas para poder experimentar una expansión satisfactoria de 360° en todas las áreas. Podemos alcanzar la totalidad mediante una transformación dirigida por nuestra intención, en lugar de destruirlo todo con la esperanza de poder reconstruirlo mejor en el futuro.
Nuestra alma busca la armonía congruente y
alcanzarla es nuestro propósito de vida. Volvernos “360 X 3” es un proceso que
consiste en encaminarnos hacia la totalidad en cuerpo, mente, emociones y
espíritu. En él, permitimos los ajustes necesarios que nos ayuden a integrar
nuestra divinidad en nuestra parte humana, mientras nos expandimos hacia nuevos
potenciales.
Por lo tanto, declara tus intenciones de armonía congruente, elige el nivel de transformación que te resulte cómodo y prepárate para rendirte al proceso. Recuerda que rendirnos no es abandonar, es un proceso de “permitir y recibir”. Y recuerda también celebrar tu éxito: cada logro es importante y crea el siguiente paso en nuestro camino de Ascensión.
Por lo tanto, declara tus intenciones de armonía congruente, elige el nivel de transformación que te resulte cómodo y prepárate para rendirte al proceso. Recuerda que rendirnos no es abandonar, es un proceso de “permitir y recibir”. Y recuerda también celebrar tu éxito: cada logro es importante y crea el siguiente paso en nuestro camino de Ascensión.
Jennifer Hoffmann
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Derechos de autor reservados © 2018 por Jennifer Hoffman. Pueden citar,
traducir, reimprimir o referirse a este mensaje si mencionan el nombre de la
autora e incluyen un vínculo de trabajo a: http://enlighteninglife.com
Traducción: Rosa García
Difusión: El Manantial del Caduceo en la Era del Ahora
http://www.manantialcaduceo.com.ar/libros.htm
https://www.facebook.com/ManantialCaduceo
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