Mes de Escorpio 2018
Por lo general puedes elegir tu compañía, pero hay una compañía que está
contigo siempre. ¡Tu personalidad! Cuando se llena de resentimientos, miedo,
iras, odios, quejas, tristezas... se convierte en tu enemigo. No solo no
te permite disfrutar de esta vida que es un milagro de la existencia sino que
te ciega y no ves la belleza que la naturaleza to ofrece todos los días. Ten
presente que el poder de tu atención hace crecer aquello que miras, que eres
conciencia y por lo tanto, el poder de tu atención determina la calidad de tu
vida. ¿Qué ves? En eso te conviertes.
Dar las gracias neutraliza los venenos producidos por nuestros propios
estados negativos, depresivos y angustiosos. Cuando damos las gracias abrimos
unos canales que permiten que la energía del alma fluya hacia nosotros, eleva
la vibración y nos ayuda a salir de esos estado en los que no le podemos
encontrar solución a los problemas que la vida nos presenta o no encontramos la
fuerza para enfrentar las adversidades.
Si empezamos el día dando gracias, estamos marcándolo en la dirección
correcta. No te levantes de la cama sin antes agradecerle a Dios el día
que te da. Esta oración del Maestro Tich Nhan Han te puede servir:
Al despertarme esta mañana
sonrío.
24 nuevas horas me aguardan...
Me comprometo a vivir
Plenamente cada instante
Y mirar a todos los seres
Con ojos de compasión.
Del Maestro Omraam Mikhale Aivanhov aprendí a poner el pie derecho
primero en el suelo, al salir de la cama, como un símbolo de que todo marchará
en la dirección correcta.
Si llenamos la vida cotidiana
con estas pequeñas cosas, le vamos cambiando la tónica, la vibración y por
afinidad atraemos todo lo bueno a nuestras vidas. Bendecir la comida y
agradecer que la tengamos es una de esas cosas que elevan la vibración. Y es
tan recomendable, porque la comida que llega a nuestra mesa ha estado tan
manipulada que es importante que la impregnemos de nuestra mejor vibración.
Cuando tomes un medicamento, tómalo en la mano derecha colócalo en el corazón y
bendícelo. Antes de leer un buen libro, colócatelo en el corazón y busca el
contacto con el alma del autor, de esa manera lo comprenderás mejor.
El Maestro Omraam Mikhael
Aivanhov nos insta a saludar la naturaleza en las mañanas, levantando la mano
derecha y diciéndoles, “les amo, les amo”. Cuando llego cansada, de un viaje, a
mi casa, siento un profundo agradecimiento por el espacio que la vida me ha
regalado y saludo a las paredes, los muebles, las plantas y a todos los seres
invisibles que comparten mi hogar, así, con la mano en alto, imaginando que el
amor de mi corazón sale por la mano como un rayo de luz y los bendice. Y
créanme, el espacio palpita y brilla con luz propia y parece decirme:
¡bienvenida!
Son cosas pequeñas con un
poder muy grande. La vida es un sucederse de pequeñas cosas cotidianas, pero la
calidad lo da la intención, la energía, la vibración que tú le pongas. El ser
humano tiene la facultad de llenar los espacios con luz o con sombras, sin
importar lo que se tenga o se deje de tener. Recuerdo una vez que un chico muy
entusiasmado me mostraba su dormitorio en donde había colocado en las paredes
unos cuadros con motivos espirituales, unos letreros con hermosas frases y yo
los veía ensimismada sintiendo que era todo tan hermoso. Ya en el hotel, la
amiga que me acompañaba me dijo, ¿te diste cuenta lo precario y oscuro de su
habitación? No. No me di cuenta porque sentí tanto amor y entusiasmo que no lo
vi, solo percibí el amor que todo lo transforma.
Este mundo está hecho de
“Conciencia” y en nuestro universo la Conciencia es Amor. Es una Presencia que
subyace detrás de todo. Es cuestión de saber mirar y descubrir la divina
esencia de la cual se han hecho todas las cosas, el quantum de luz que hay en
todo corazón humano. El agradecimiento permite esa mirada. Cuando valoramos lo
que tenemos, le añadimos luz, lo hacemos crecer y los milagros comienzan a
sucederse porque atraemos aquello que sostenemos con el pensamiento y el corazón.
Cuando no vemos lo bueno que
tenemos lo podemos perder. La queja, la crítica, el hablar sin tener en cuenta
si herimos o no, la duda, la sospecha, llenan nuestros ambientes de sombras, de
oscuridades y somos nosotros los más perjudicados, porque la vibración baja con
la que impregnamos los espacios se nos queda y nos sentimos pesados, abrumados,
cansados. Cuando servimos o ayudamos a alguien, cuando hacemos un acto de
bondad, la vida canta dentro de nosotros y en nuestro mundo interno se instala
la luz.
Agradece cada día todo lo que
tienes. Agradece lo vivido, todo lo que has aprendido de tus errores, agradece
los inconvenientes, los dolores, ésos que hicieron que tuvieras que superarte a
cada instante, agradécelo todo y entrarás en la magia y el esplendor de
la existencia.
Yo te agradezco que me
permitas llegar a ti, mes tras mes. Gracias, infinitas gracias, mi querido
amigo, mi querida amiga.
Siempre con amor, Carmen
Santiago
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