Michael Berg
En la lectura de los Profetas, la
Haftará, de la porción Lej Lejá, se explica algo sobre Avraham que también
podría ser muy beneficioso para nosotros. Avraham enfrentaba desafíos
constantemente; sin embargo, no solo los superaba, sino que, aún más importante,
con cada uno de ellos resultaba estar más imbuido de energía y entusiasmo.
El Midrash, para darnos una idea de cómo era la vida de Avraham, usa el ejemplo de caballos que luchan contra la corriente, enfrentan constantemente al agua que llega a ellos. El Midrash dice que así era la vida de Avraham. No obstante, en lugar de debilitarse o cansarse con cada desafío, más bien le daban más energía. Avraham no sentía el desafío, sino el entusiasmo y la fuerza que aumentaba de batalla en batalla.
¿Cómo es eso posible? Después de
superar un desafío, la mayoría de la gente se siente un poco destruida, pero de
todos modos continúa para enfrentar el siguiente desafío, que luego los
debilita un poco más, y así sucesivamente. Pero Abraham era diferente. Se
fortalecía con cada desafío.
Así pues, esta hermosa sección en
la Haftará que leemos en Shabat Lej Lejá dice que incluso la gente joven, es
decir, quienes no han tenido muchos desafíos en su vida hasta ahora, se cansa.
Pero quienes están conectados con la Luz del Creador no solo pueden superar el
desafío, sino que también se duplica su fuerza y entusiasmo. Entonces, gracias
a la fuerza que obtienen con cada desafío que superan, dice que pueden ascender
a los Cielos. Y luego se revitalizan por completo en cada momento, desafío tras
desafío.
¿Cómo pueden hacer eso? El gran
Kabbalista Rav Yisrael de Koznitz explica que cuando un individuo sabe que lo
que lo sustenta en todo momento es la Luz del Creador, envía esa Luz de vuelta
al Creador. A su vez, el Creador envía de nuevo Su Luz a ese individuo, de ese
modo se crea un flujo entre ellos, algo que rejuvenece a la persona. En la
conciencia de este individuo él está constante y completamente consciente de
que lo que lo sustenta cada segundo es la Luz que el Creador le envía; esa
conciencia lo lleva a estar más entusiasmado, fuerte y revitalizado.
Por ende, aunque dice que quienes
no tienen muchos desafíos se cansan, si vivimos con esta conciencia —al
apreciar constantemente el hecho de que lo que nos mantiene en cada momento es
la Luz del Creador— podemos no solo superar los desafíos, sino también
entusiasmarnos más y llenarnos de más energía con cada desafío superado. Cuando
tenemos esta conciencia, podemos tener el constante rejuvenecimiento de emoción
y energía de la Luz, y podemos ascender en nuestra conexión no solo hacia la
Luz del Creador, sino también hacia la Luz en este mundo.
Este es un regalo increíble que
tenemos a nuestra disposición en Shabat Lej Lejá si así lo pedimos. Podemos
recibir el regalo de ser constantemente revitalizados imbuidos de la Luz del
Creador, sin importar qué desafíos estamos enfrentando ni lo que esté
ocurriendo en nuestra vida. Tener la conciencia de que la Luz del Creador es lo
que nos sustenta en cada momento, sin importar nada, nos da esa fuerza,
entusiasmo y elevación.
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