Por Karen Berg
Este
domingo en la noche trae la luna llena de Libra, y con ella viene la cumbre de
la energía positiva del mes conocida como la festividad de Sucot. Sucot, como
todas las festividades, es un evento cósmico que el Creador le regaló a la
humanidad para ayudarnos en nuestro proceso de desarrollo espiritual. Sucot da
su abundancia al mundo a lo largo de esta semana y es nuestra oportunidad para
disfrutar y alegrarnos por esta energía mientras nos renueva y
nos da plenitud
para todo el año. Sucot literalmente significa “cabañas”. La festividad es una
oportunidad anual para conectarnos con la misma preciosa y poderosa energía de
la que se beneficiaron los israelitas durante su viaje espiritual y elevación
con el Creador hacia la Tierra Prometida. Durante ese tiempo, los israelitas
estaban cerca del Creador, recibían protección inmediata ante cualquier
obstáculo y un sistema de orientación auténticamente divino. Fue un nivel de
conexión que en la actualidad solo podemos soñar obtener, sin embargo, ¡ocurre
nuevamente para nosotros esta semana! Esta es una emocionante semana de
bendiciones y gran Luz de la que todos nos podemos beneficiar. Esta semana, el
cielo brilla en la tierra, eleva toda la existencia. Somos nutridos con una
energía única e invaluable que durará todo el año.
Sucot
es conocido por ser un tiempo en el que nos regocijamos en la abundancia y la
cosecha. ¿Pero qué significa eso exactamente? ¿Es tan solo un tiempo en el que
tenemos fastuosas cenas con nuestra cosecha de verano? ¿Y si no somos
granjeros? ¿Por qué Sucot es el evento cósmico universal para todos? La
respuesta es que precisamente en este momento del año, nuestro espíritu ya fue
renovado y renació gracias a los eventos cósmicos anteriores: Rosh Hashaná y
Yom Kipur. Debido a los cambios que nos concedieron estos eventos cósmicos,
ahora podemos recibir la energía especial de esta semana. Rosh Hashaná y Yom
Kipur reconstruyeron nuestras estructuras espirituales y nos permitieron
renovar nuestra conexión con el Creador y Su energía. Pasamos por un cambio y
nuestra nueva naturaleza ahora está más en sintonía con la del Creador. ¿Cuál
es la naturaleza del Creador? La naturaleza del Creador es impartir energía. Es
la energía de amor verdadero, dar y compartir. Rosh Hashaná y Yom Kipur nos
permitieron elevarnos y alcanzar esta conciencia superior. Nos hemos vuelto
seres humanos más generosos y amorosos. Al haber dejado nuestras viejas
costumbres y comportamientos en el pasado, ahora estamos en un nuevo año con un
nuevo modo de vivir y pensar. En este momento exacto ya hemos preparado y
construido nuestra vasija y, como la naturaleza del Creador es dar y compartir,
la Luz de Sucot ahora aparece inmediatamente para nosotros en el cosmos. Este
es el verdadero significado de que este sea un tiempo de “deleite”.
Este
regalo de energía invaluable de siete días, Sucot, es la misma energía que los
israelitas recibieron durante su tiempo en el desierto con el mismísimo
Creador. Esta energía nos recarga las baterías, nos da energía positiva para
todo el año que viene. La Luz que recibimos esta semana se llama “Luz
Circundante”. Es la principal fuente de Luz que necesitamos para operar y
vivir. Por eso esta semana es tan especial e importante. Esta Luz Circundante
es la Luz de nuestro potencial en lo que podríamos alcanzar espiritual y
físicamente el año entrante. Es la energía que abarca todo aspecto de nuestro
ser. Esta Luz no sólo es el potencial de todo lo que podemos ser y hacer el año
entrante, sino también la Luz que nos guía y nos protege de todo mal, tal y
como lo hizo con los israelitas. En este sentido, todos los habitantes del
mundo necesitan esta Luz y, afortunadamente, todos la recibimos.
Entonces,
¿qué significa todo eso para nosotros? ¿Cuál es nuestro trabajo espiritual esta
semana? Esta semana solo necesitamos ser conscientes y apreciar este magnífico
regalo del Creador, y estar dispuestos a comprometernos con el camino de
nuestra nueva transformación. Durante estos días nos comprometemos a
convertirnos en un ser mucho más generoso, y al hacerlo nos convertimos en un canal
que puede recibir y regocijarse en esta abundancia de energía. Mientras más
despertemos y usemos nuestra capacidad de amar y preocuparnos por los demás,
más formaremos parte de la grandeza de Sucot.
Hay
una historia más que me gustaría dejarles esta semana. Cuando el Rey Shlomó
construyó el Templo Sagrado, eligió inaugurarlo en Sucot. Después de que
completó la construcción del Templo, dijo: “Pero ¿acaso en verdad Dios morará
sobre la tierra? He aquí que los cielos y los cielos de los cielos no pueden contenerte,
Eterno; ¡mucho menos esta casa que yo he edificado!”. El Rey Shlomó estaba en
estado de admiración y gratitud por lo que estaba ocurriendo en el mundo y
durante su tiempo. Nosotros compartimos esta misma admiración y asombro ante la
magnitud de la preciosa energía de esta semana. El Templo Sagrado fue la
manifestación física de nuestra capacidad en aquel momento para “albergar” la
energía del Creador. Sucot es nuestra oportunidad anual para replicar el poder
del Templo Sagrado, así restauramos nuevamente nuestra vida y trazamos un
futuro de solo alegría, bendiciones y ausencia de caos. Sucot es la Divinidad
manifestada en la tierra. Todos juntos, como una sola alma global, celebramos y
atraemos a nuestra vida y a la de nuestra familia esta fuerza divina en esta
semana. Es un valioso regalo que solo nace, se mantiene y se expresa con
nuestro deseo de amar y compartir con los demás. Mientras más amor, dignidad
humana y cariño tengamos en nuestro corazón, más abundará esta energía y más
podremos crear un estado del cielo en la tierra. Les deseo una feliz semana de
celebración, alegría, conexión y amor.
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