por cristinalaird
Ya estamos de camino a esta extraordinaria y potente Luna Llena en
Tauro, que como todas, trae un mensaje único y esclarecedor para muchos
de nosotros. Su intensidad siempre dependerá de qué contactos hace en tu carta
natal. Lo de "unico", va porque en esta lunación el Sol se encuentra
al lado de Venus (retrógada todavía en Escorpio) y la Luna en línea con
Urano en Tauro. Es decir, existe una oposición Urano-Venus y la Luna Llena la
activa. Todo en la angularidad Tauro-Escorpio. Pero es que esta gran oposición
forma ángulos de 90º (cuadraturas) a los Nodos Lunares (en Acuario-Leo), por
tanto forman una Gran Cruz, en signos fijos, aspecto que energiza, llama a la
acción, a la liberación, confronta, impulsa al cambio, al mismo tiempo que
lucha por mantener el status quo, para no perder ese
sentido de seguridad que
todos necesitamos. Por tanto, no es una situación muy fácil, especialmente para
los signos fijos: Tauro, Leo, Escorpio, Acuario. Muy especialmente aquellos
nacidos en los primeros grados de estos signos, por tanto: entre el 19 y el 22 de
Enero, entre el 19 y 22 de Abril, entre el 22 y 25 de Julio, y entre 22 y 25 de
Octubre.
Con esto no quiero decir que se trata de una situación negativa, sino
todo lo contrario. "Difícil" no es sinónimo de "negativo".
Difícil es sinónimo de desafío y es a través de ellos que uno encuentra
su fuerza interna, expande su intelecto y se acerca al alma. Esto nos recuerda
que si ignoramos estos mensajes de los Dioses, podemos confundir sus
bendiciones con maldiciones. Los dioses no nos envían maldiciones sino que
somos nosotros que convertimos esos regalos de los Cielos, en ellas, por no
entender el mensaje que viene con cada uno de estos desafíos. Si logras mirar
con atención y detenimiento lo que tienes enfrente, lo que está escondido en
ello se te revelará. Esto requiere "mirar" de una forma especial, con
los dos ojos y los oídos bien abiertos, y no con desgana. También se necesita
dejar los prejuicios a un lado y simplemente observar. Entonces la visión
cambia completamente y podemos comenzar a "ver" lo que realmente está
enfrente nuestro.
Esta Gran Cruz que envuelve los Nodos Lunares, nos impulsa a mirar al
frente con la consciencia de lo que dejamos atrás, sin olvidar, sino
simplemente para evolucionar, que es el impulso natural de la Vida. Acceptando
la sabiduría que emana de mirar, no sólo hacia afuera, sino también hacia
dentro, trabajo que requiere un "coraje" inconmensurable y la
convicción de que es allí donde encontraremos el néctar.
Esta lunación que envuelve a Venus en Escorpio, en retrógrado y en
oposición a Urano, parece evocar la historia de Innana (Diosa del Cielo), a
veces llamada Ishtar, la Venus sumeria y su descenso al Submundo a encontrarse
con su hermana Ereshkigal (Diosa del Submundo). El descenso de Innana es
un llamado de lo femenino, una llamada a transitar ese sendero que toda mujer
debe recorrer para re-encontrarse con su lado más primitivo y salvaje, para
poder sentirse completa. Cuando Innana decide descender al "mundo
invisible" para acompañar a su hermana en un momento doloroso causado por
la muerte de su esposo, al llegar a la primera puerta del Inframundo, se
detiene ya que alguien le pide que se declare. El portero del Gran Abajo, le
pregunta su nombre, a lo que ella responde: "soy Innana, Diosa de los
Cielos y vengo a ver a mi hermana". El hombre informa a Ereshkigal, reina
del gran abajo, que Inanna, "Reina del cielo, del lugar donde sale el
sol", pide la admisión a la "Tierra sin Retorno" para presenciar
el funeral de Gugalanna, marido de Ereshkigal.
Para esto debe pasar por 7 portales ( símbolo de los 7 chacras, y del recorrido de Urano por cada signo) y en cada uno de ellos debe despojarse de alguna pieza de su vestimenta: primero que nada, su corona, luego su collar, luego sus pendientes y así susesivamente hasta quedar completamente desnuda. Este magnífico símbolo de lo que se requiere en el viaje al encuentro con nosotras mismas, donde nada material puede distraernos, ni posición social, ni dinero, pues allí eso no significa nada, y además nadie puede acompañarnos. Este recorrido sólo podemos hacerlo solas. Cuando finalmente llega frente a su hermana esta procede a golpearla y clavarla en una estaca para que muera lentamente. Afortunadamente, Innana había dejado instrucciones a su más fiel asistenta, Ninshubur, que si ella no estaba de vuelta en 3 días, debía ir a buscar primero a sus padres, y si ellos se negaban a ayudar, buscar ayuda en Enki, dios del Agua y la Sabiduría quien sin ni siquiera pensarlo, corre al submundo a rescatar a Innana. Ereshkigal, sufriendo por la muerte de su marido, recapacita y finalmente deja ir a Innana y le devuelve la vida con la condición que ésta enviara a alguien en su lugar.
Cuando Innana vuelve a su reino, se encuentra a su marido disfrutando
del trono, sin dolor alguno por su muerte y decide que será él quien le
reemplaze en el Submundo. Hay varias versiones de esta historia, en una de
ellas, Innana se apiada de su marido y arregla con su hermana Ereshkigal, que
él pasará 6 meses del año en las oscuridades y los otros 6 retornará a ella en
los Cielos. Esta historia es parecida a la de Ceres y Persefone, que
reflejan las cuatro estaciones del año y los 6 meses que se pasan en el
submundo son un símbolo del Otoño y el Invierno.
Desde luego es difícil saber el significado de estas historias en el
momento que fueron escritas, pero simbólicamente, sí que hablan claramente del
viaje femenino a las profundidades de las emociones más primitivas y el
encuentro con la Sombra. No sólo lo he vivido en mi propio viaje, sino en el de
las innumerables valientes mujeres sin verdadera conexión con Madre, con quien
he trabajado en terapia y quienes he acompañado a través de estos 7 portales. Y
es que la verdadera liberación sólo llega después de haber recorrido las
catacumbas del alma.
El viaje de Venus en retrógrado en el signo de Escorpio, siendo la
regente de esta Luna Llena en Tauro, parece relatar este tipo de experiencias,
que nos fuerzan a confrontarnos con lo que realmente sentimos cuando no estamos
distraídas por el móvil, el ordenador, los amigos, el trabajo, la TV, la
pareja, y todo aquello que impide que nos miremos con atención permitiéndonos
sentir de verdad. Este proceso puede ayudarnos como nada más, a comprender
porqué atraemos el tipo de pareja, con quien nos encontramos más de una vez, o
porqué no nos encontramos con la pareja que deseamos. Las hijas del patriarcado
padecemos de este tipo de dilema y es sólo a través del encuentro con la Diosa,
que podemos encontrar respuestas.
Saturno ya se aleja de la cuadratura a Kirón que nos acompañó todo el
año, desde segunda parte del 2017, y que nos deja con la certeza interna que
nuestra herida, viene desde mucho más lejos que el principio de nuestra vida, y
que a cada uno de nosotros nos toca curar "nuestro trozo" del dolor,
ya que no podemos hacernos cargo del dolor de nuestros padres y nuestros
abuelos y por sobre todo, que ello no significa que les amemos y respetemos
menos y comprendamos lo que les tocó vivir.
Esta Luna Llena en Tauro, recibe un trígono de Saturno que muy
amigablemente nos entusiasma con la idea que es posible mantener los pies en la
tierra y mantener estructuras y al mismo liberarnos interiormente. Liberarnos
de los dolores de nuestros ancestros no significa dejar de reconocerles como el
motivo de nuestra existencia.
Si eres una mujer jóven, no temas este viaje, déjate llevar por tu
maravillosa sabiduría interna y ten fé, en todas las mujeres que vivieron todo
tipo de dolores y alegrías antes que tú, cuyo conocimiento y voces llevas en tu
interior.
Feliz Luna Llena en Tauro a todos!
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