Por Karen Berg
En la vida a veces tenemos la
presión de adaptarnos a las normas de la sociedad. En la escuela quizá habremos
querido ser como los demás esperando simplemente sobrevivir en el difícil mundo
de la adolescencia. Pero aun como adultos, las presiones externas nos asignan
una carrera, con quién casarnos, qué creer e incluso a quién y cómo orar. Estas
presiones de
la sociedad son muy reales y poderosas. Para algunos estas
influencias se vuelven casi una comodidad ya que ofrecen un camino y
preestablecen una manera de vivir. Pero para otros, adaptarse a las presiones
de la sociedad puede causar bastante angustia. Para quienes cuyo espíritu pide
algo fuera de la norma, obedecer la voz de la sociedad puede ser devastador. La
verdad es que cada uno de nosotros es único, particular y especial. No es
necesario seguir el camino de alguien más porque cada uno de nosotros tiene un
propio camino por recorrer.
Venimos a este mundo con nuestro
propósito y misión únicos y personales. Solo cuando despertamos y honramos este
camino único, nuestra vida florece con verdadero significado. Es gracias a esas
grandes almas que se atreven a tomar un camino menos recorrido que tenemos
inventos, grandes obras de arte, literatura y música. Pero ir contra las normas
de la sociedad no solo se limita a las artes. Cuando alguien sigue el verdadero
llamado de su corazón, la magia ocurre. La experiencia humana consiste en
elegir entre escuchar al mundo interno o al externo. Sin embargo, esta
semana el volumen de nuestra voz interna aumenta. El cosmos nos envía
un llamado desde la profundidad de nuestra alma para seguir nuestra voz
interior y actuar de acuerdo con nuestro verdadero llamado. Obtenemos la
valentía para escuchar esta voz sin importar a dónde nos pida que vayamos.
Somos llamados a viajar, dejar atrás el pasado y recorrer el camino menos
transitado: el camino de nuestra alma.
Nuestra ayuda esta semana es la
porción conocida como Lej Lejá, la cual significa “vete”. Esta porción comienza
con un hombre llamado Avram que habla con el Creador. El Creador dice a Avram:
“Vete de tu tierra, de entre tus parientes y de la casa de tu padre…”. El
Creador es el primer mentor personal del mundo. Él motivó a Avram a liberarse
de las expectativas de su familia, liberarse de las normas sociales y seguir su
llamado interior. Avram y su esposa, Sarai, se dispusieron a seguir sus sueños.
Fueron impulsados a emprender un viaje espiritual para desarrollar la Luz del
Creador en su interior. La chispa interna de Luz que todos tenemos es la fuente
de nuestra bondad, amor, generosidad, talentos, inteligencia, sueños y
verdadera vocación. Avram y Sarai fueron invitados a buscar su verdadero ser y
revelarlo, como resultado, encendieron su chispa del Creador interior. Al
hacerlo, el Creador los bendijo con prosperidad y con muchas maravillosas
generaciones futuras. El viaje espiritual de Avram y Sarai se manifestó como en
un cambio físico exterior. El Creador les cambió el nombre a “Avraham y Sará”,
una nueva identidad que representaba su cambio y crecimiento internos. La
historia de Lej Lejá en realidad es el primer curso de espiritualidad del
mundo. Es nuestra clase magistral sobre cómo obtener la fortaleza y la valentía
para recorrer el camino del descubrimiento de nuestro potencial interno y
propósito de vida. Avraham y Sará se abrieron paso por el camino menos
recorrido, de ese modo hicieron que fuese más fácil para nosotros hacer lo
mismo en nuestra vida actualmente.
Al igual que una vela con una
sombra oscura sobre ella, nuestra Luz y nuestra originalidad pueden ser casi
apagadas. Se dice que cuando alcancemos las puertas del Cielo no nos
preguntarán por qué no logramos grandes cosas como otras personas quizá lo
hicieron, solo nos preguntarán si logramos las grandes cosas que nosotros estábamos
destinados a lograr. Cada uno de nosotros es un diamante particular con su
propio propósito en la tierra, y si no nos desarrollamos ni nutrimos, poco a
poco nuestra Luz se apagará. Nadie estará más decepcionado que nosotros si no
escuchamos los susurros y los deseos de nuestro corazón.
Honrar nuestra voz interior es el
principal viaje espiritual porque, al hacerlo, honramos la Divinidad interna
que solo desea compartir, amar y cuidar a los demás. Nuestro llamado más
auténtico siempre es uno que está basado en servir a la humanidad de algún
modo. El camino hacia nuestra alma y el deseo de compartir son uno solo. Esta
semana recibimos la energía que necesitamos para derribar las barreras que nos
retienen y avanzar en este camino interno y espiritual.
Esta semana en tus meditaciones,
dirígete a una habitación tranquila, siéntate y cierra los ojos.
Presta atención a tu respiración.
Respira lentamente, visualiza cómo se mueven tu pecho y tu abdomen. Dirige la
atención a tu interior. ¿Hay algún sueño que una vez tuviste y quizá hayas
olvidado? ¿Te sientes satisfecho y pleno? Comienza a visualizar un pequeño
camino de tierra en medio de un campo. En la distancia puedes ver que el camino
te lleva a una brillante luz.
Esta luz te llama. Comienza a
recorrer este camino. Con cada paso que das hacia la luz, sientes con más
fuerza la presencia del Creador. Puedes escuchar cómo aumenta la voz de tu
alma. ¿Qué te dice? ¿A dónde te dice que vayas? A menudo, el camino menos
recorrido es un camino que debemos recorrer solos, pero a medida que lo
transitas, sabes que el Creador camina contigo y te ayudará en dicho camino. Ya
que por cada paso que estemos dispuestos a dar hacia el Creador, el Creador
dará diez hacia nosotros. Es un camino que se aleja de los propuestos por la
sociedad, pero es el camino de nuestra alma. Un camino que está compuesto por
la alegría de alcanzar nuestro propósito de vida, y no hay alegría más grande
que esa.
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