por
elarcadeastrotrina
Este 5 de
Septiembre de 2017, a las 9:34 UT, después de la oposición Sol-Neptuno y antes
de que Mercurio se ponga directo, Marte
llegó a Virgo, al mismo tiempo que la lunación.
Septiembre está
muy activo en Virgo con el Sol, Marte, post-sombra Mercurio retrógrado y Venus
transitando por ahí, formando una figura alegórica a un "Apocalipsis"
el 23 de Septiembre 2017 y, que según varias fuentes de Internet, serán
las
mismas posiciones que las descritas en el Apocalipsis 12 de la Biblia.
Septiembre se inició con la carga de energía de los eclipses de Agosto, es un
mes que depara muchas sorpresas. Arrastra la última retrogradación de mercurio
en este 2017 y el camino por su sombra, develando muchos secretos a su paso.
Marte estará en
Virgo desde este 5 de septiembre hasta el 22 de octubre, acentuando una pasión
por los detalles, Marte en el signo del trabajo aporta destreza manual y
mecánica, pero también dinamismo e impaciencia. Pueden surgir excesos buscando
la perfección y agudizar la competencia, generando situaciones de tensa
rivalidad. No obstante, las conciencias planetarias al pasar por Virgo se
nutren de energía Crística , la energía de Virgo, purificadora y fértil , que
trabaja en secreto en aquellos que han despertado espiritualmente, y nos
prepara definitivamente para algo nuevo que está por nacer.
Toda la energía
que los otros consumen en la auto importancia, la obsesión, la competencia, el
afán de aparentar y dominar, el apego y la aversión, toda esa energía el
guerrero la re-orienta hacia la evolución consciente. Le proporciona así un
especial significado a la existencia, que comienza a contar y tener su propio
peso específico de segundo en segundo, de momento en momento.
El guerrero
espiritual instrumentaliza toda actividad, circunstancia y situación para ser
tocado por la Sabiduría. Así, da la bienvenida a todo lo que se presenta en su
camino existencial, por doloroso que resulte. Nada en sí mismo es un obstáculo
si se convierte en soporte de realización. Está presto. Se adiestra. Siempre
preparado para la auto conquista. Pero jamás es rígido ni compulsivo. Jamás es
más indulgente consigo mismo que con los otros. Él es su propio desafío y su
propio reto. La apatía no tiene hueco en su ánimo. No cede a los achaques de la
negligencia. Preserva el filo del discernimiento y sabe que la Sabiduría se
gana y no se adquiere gratuitamente. Así no deja que su voluntad se agriete.
Nada es superior a
un destello de auténtica paz. Nada es comparable. Pero esa paz es el resultado
de una lucha sin tregua contra su propio ego. Se gana con dolor y con tesón. Es
el oasis al final del desierto. No es el patrimonio de los débiles, y por eso
aún en su propia debilidad, encuentra fortaleza. No se permite esconderse en su
debilidad, sino que al contrario, incluso a la debilidad se le extrae la fuerza
para continuar caminando. Se obtiene ventaja incluso de lo más desventajoso.
Del fracaso se
hace una enseñanza; de la derrota: una victoria; de la pérdida: una lección de
ecuanimidad. Un ánimo vital, pero sosegado. Un ánimo que previene contra las
vacilaciones inútiles y que permite encarar las circunstancias adversas de la
existencia sin ansiedad. Un ánimo que se mantiene incluso ante la muerte y
permite reconciliarse con ella, con elegancia y lucidez. Ese es el ánimo que
permite superar la angustia que atenaza a todo ser humano ante las situaciones
especialmente difíciles. El guerrero espiritual procede como si esa angustia no
se presentase aunque se presente.
Llegó la hora de
esperar sin esperar. De creer en todo sin creer en nada. Convertirnos en una
paradoja viviente, porque la vida es en sí misma la gran paradoja por la que
peregrinas. Asume, pero no desfallece. Se emplea a fondo cuando es necesario:
se retira a su intimidad abismal cuando las circunstancias lo requieren. A veces
es asaltado por la inmensa soledad propia de todo guerrero, pero esa es la
batalla que mejor sabe librar. Soledad sí, pero no desvalimiento. Hay un sabor
de plenitud e infinidad en la desenfrenada soledad del ser humano, y el
guerrero se alimenta con ese sabor en sus meditaciones.
Si cesas el ruido
de la mente y la atención se intensifica hasta su límite, tu guerrero alcanzará
su visión más allá de las apariencias. En esa mente tan abismalmente
silenciosa, tan inmensamente atenta, brota una energía transpersonal que
acrecienta la consciencia y ensancha la comprensión. Lo inefable y lo
incondicionado toma al guerrero.
Respeta una
piedra, una flor, un riachuelo o una criatura sintiente. Tu actitud de respeto
exhala tu fragancia incesantemente. Es por esa inquebrantable actitud de
respeto que el guerrero jamás se muestra arrogante ni mezquino, ni se ampara en
falaces remordimientos no culpabilizaciones. Porque se respeta, es responsable
y no se lamenta sin sentido. Porque se respeta, se compromete a modificarse y
pone realmente los medios para la mutación interior. El guerrero que no se
respeta está al margen del arte de la guerrería espiritual.
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