Por
Alana Messineo.
Estamos entrando en
una fase de la evolución planetaria que plantea enormes interrogantes.
Los movimientos de los
elementos, están llevándose vidas y dejando sin hogar a millones de personas.
Todos los reinos están puestos a prueba.
Los mundos son Uno, están
unidos en el Uno, no obstante, a nivel de la Experiencia, los mundos se están
separando, como trenes que salen de una misma Estación, pero van
tomando
caminos cada vez más abiertos, más diversos. Cuando hablo de los mundos, me
refiero a los estados de consciencia, a la dimensión de vida en la cual cada
uno de nosotros está creando su día, y, por tanto, está creado su propio
planeta Tierra!.
Vamos a ver, muy
brevemente, los tres estados básicos en que puedes estar vibrando en estos
tiempos de acelerada evolución.
TERCERA DIMENSIÓN DE
CONSCIENCIA.
Consideras a la materia
como algo sólido, impenetrable, que sólo puede alterarse mediante ESFUERZO.
Esta vibración requiere el empleo de la FUERZA, y está conectada con el HACER.
Trabajas duro.
Si tienes algún síntoma
físico, lo “atacas” inmediatamente, o lo niegas.
Planeas lo que vas a
decir a tu contrincante.
Concibes el tiempo como
lineal e irreversible, no se puede viajar ni al pasado ni al futuro.
Si estás vibrando en la
Tercera Dimensión de consciencia, corres, corres todo el día para garantizar tu
supervivencia.
No hay lugar para ti, o,
si lo hay, otro se queda sin sitio, lo que hace que sientas que debes competir
para sobrevivir.
Tu mente afligida dirige
tu día, no puedes acallarla. Stress.
Consumes, consumes
productos como una forma de sentirte pleno y seguro, y trabajas y haces más
para obtener más productos.
Todo el paradigma que
cae, con los medios como forma de control, están destinados a mantenerte en
éste estado de consciencia.
CUARTA DIMENSIÓN DE
CONSCIENCIA.
Reconoces que la vida
puede cambiar, según tu estado emocional. Comienzas a cuestionarte la
impenetrabilidad de la materia.
Todavía reaccionas en
lugar de responder.
Si tienes un síntoma
físico, investigas sus causas, aprendes técnicas de sanación.
Comienzas a hacerte
sensible, muy sensible a las vibraciones de violencia y dejas atrás muchas de
las formas en que antes podías divertirte.
Puede que comiences a
leer sobre la ley de atracción, ya que mantienes tu percepción de un mundo
real, “ahí fuera”, del que estás separado, pero ahora comienzas a percibir, que
puedes “atraer” lo que deseas con tu mente.
Comienzas a sentir una
presión, porque te das cuenta de que no te satisface lo que has estado haciendo
hasta ahora para “ganarte la vida”.
Algo nuevo surge, un
entusiasmo, algo que te gusta hacer, pero no lo comienzas porque “no tienes
tiempo”, o porque sientes que no te va a producir dinero.
QUINTA DIMENSIÓN DE
CONSCIENCIA.
En tus primeras
inmersiones, comienzas a percibir que no hay un “ahí fuera” real, palpable.
Comienzas a percibir que ese “ahí fuera” puede ser ilusorio y manipulado, pero
dejas de tomar partido, es decir, dejas de batallar contra el que te ha
sometido a la manipulación.
Si tienes un síntoma
físico, lo escuchas y comienzas a percibir que puede desaparecer, literalmente
desaparecer, a medida que sigues subiendo tu frecuencia.
Percibes ahora que cada
fuerza en pugna está ahí para lograr un equilibrio. Comienzas a percibir que lo
que antes veías como enemigo es parte de ti.
Tus patrones más
profundos salen a la superficie, pero ya no les temes, y notas que puedes
soltar en días lo que hace cinco años te hubiera llevado meses enteros.
Te sientes en una buena
proporción de tu día en un estado de sereno contento. Te resulta fácil
agradecer. Te resulta fácil mirar a los ojos a la gente en la calle y sonreír.
Te encuentras con que
manifiestas tus intenciones muy rápidamente.
Pierdes amigos, o ellos
te pierden. Llegan amigos nuevos, que traen un sentido de amor, colaboración,
pureza y desapego.
Percibes la impermanencia
de todo.
Ves partir personas,
cosas, lugares, pero hay algo que te lleva hacia delante y vas dejando atrás el
drama.
Hay ciertos lugares,
ciertas situaciones que te producen una indecible felicidad , generalmente
conectados con la naturaleza.
Comienzas a escuchar los
mensajes del agua, de las plantas, de los animales, comienzas a percibir los
susurros de tu Guía Interna.
Te tornas generoso,
porque sabes que hay un Flujo que te sostiene siempre.
Te das cuenta de que eres
un Ser de Luz desplegándose en múltiples formas, una de ellas, este cuerpo
físico y esta identidad humana.
Te das cuenta de que Gaia
es un Ser Espiritual, vivo y que estás en esta vida en íntima conexión con ella
y su destino evolutivo.
Agradeces la vida misma,
y la sientes vibrando en tu cuerpo.
Septiembre es el mes de
la LLAMADA. Es la Llamada a permanecer en este último estado, y a adentrarte en
él, descubriendo más y más cada día.
Qué define en qué mundo
vives cada día?, tu frecuencia, y el lugar de la vida cotidiana donde enfocas
tu energía.
Te propongo que juegues,
preguntándote a lo largo del día, en qué dimensión de consciencia estoy
vibrando?
En breve vendrá un
segundo artículo acerca de cómo tu toma de compromiso con un estado alto y
feliz de vibración, es tu contribución más grande a tu mundo más íntimo, pero
también, al movimiento de Ascención planetario.
Mientras tanto, si te
apetece, comparte aquí tu sentir, comparte aquí lo que has testado leyendo esta
información, porque Compartir enriquece al Todo, y el Todo te enriquece a Ti.
Alana Messineo.
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