Desde este 30 de junio y hasta enero
del año que viene, el planeta de la acción se quedará en Aries. Qué signos del
zodiaco se verán beneficiados y cuáles, no tanto. Además, cómo será la fuerte
influencia de Marte retrógrado a partir de
septiembre.
Marte, el planeta de la acción y la guerra,
ingresa al impulsivo Aries este 30 de junio de 2020.
Se quedará largamente en este signo -hasta el 7 de enero de 2021-, cuando
ingrese a uno de los signos de su detrimento, Tauro.
Tal como lo hace cada dos años, Marte hará
un “bucle” de avance y retrogradación permaneciendo más de seis meses en un
mismo signo.
Aries es uno de los domicilios del
planeta Marte por lo cual su expresión, mientras esté directo,
será clara, notable y estimulante, aunque quizás un poco excesiva. Esto puede
inclinar hacia la irascibilidad, a comportarse muchas veces de
manera arrogante, osada y en exceso temeraria.
¿Cómo afectará a cada signo?
Marte otorga una fuerte voluntad y
grandes dosis de optimismo y dinamismo. Quien haya nacido con Marte en Aries será
vigoroso, independiente, dominante, valiente y agresivo. Dueño de mucha
iniciativa, será un líder natural ya que le gusta llevar las riendas.
En este período, Marte impulsa a
los signos de fuego -Aries, Leo y Sagitario-, pero
también a los de Aire –Géminis y Acuario- para
los que será un tiempo de gran vitalidad y de acciones
creativas, en el que se podrá orientar el poder de la voluntad.
Estos signos sentirán mayor energía física, alegría
de vivir, mayor necesidad de acción y decisión. Además, será
una buena época para emprender nuevas tareas. Aunque es un aspecto favorable,
también es un momento que puede implicar cierto descuido por sentirse pleno y energético
y tender a tomar riesgos financieros o comprar cosas
innecesarias. Demasiada confianza en sí mismo puede ser también
perjudicial.
Durante el tránsito de Marte por el
signo de Aries, este hará aspectos tensos con planetas ubicados en
los últimos grados de Capricornio, por lo
cual se puede vivir un tiempo explosivo.
Si se tienen litigios entre manos, se debe obrar con
prudencia. Especialmente a partir de los primeros días de agosto, porque a
partir de allí Marte comenzará a realizar malos aspectos que
implicarán un largo período de alta intensidad.
En ese sentido, habrán de prestar especial atención
aquellos que tengan puntos sensibles en los últimos grados de
signos de Libra, Capricornio, Cáncer e
incluso Aries de no exponerse a riesgos innecesarios,
ni tomar decisiones apresuradas, evitar discusiones y peleas.
Los signos de Piscis, Virgo y Tauro no
reciben un aspecto mayor de Marte desde Aries. Escorpio tampoco,
sin embargo, al estar regido por Marte también puede verse
afectado.
Pero Marte también se pone retrógrado...
El 10 de septiembre, Marte se
pondrá retrógrado. La retrogradación es un
fenómeno que sufren todos los planetas -menos el Sol y la
Luna- que avanzan siempre de Este a Oeste a lo largo del zodiaco.
Este retroceso va precedido de una pérdida en
la velocidad de marcha hasta detenerse para cambiar de fase -planeta
estacionario- para luego retroceder hasta llegar otra vez
antes de cambiar de fase previo paso por una posición estacionaria y
reemprender el movimiento normal. En realidad, esto es un efecto visual
que sucede cuando el planeta en cuestión está en su perihelio, el
momento más cercano a la tierra.
La tradición astrológica considera la retrogradación como
una debilidad para el planeta. El astrólogo Zahel comenta acerca de
la retrogradación de los planetas: “cuando un planeta comienza su
retrogradación, es decir, cuando se halla en su primera estación, indica
disolución y fallo en el suceso. Cuando comienza su movimiento directo, es
decir en su segunda estación, indica el comienzo de la actividad en la cuestión
después del retraso y la dificultad”.
Qué hacer y qué no con Marte retrógrado
Por lo tanto, mientras Marte está retrógrado, no
será prudente comenzar actividades nuevas ni someterse a operaciones
quirúrgicas que no sean de urgencia. Es decir, si se tiene programado algún
evento de esas características para esas fechas lo deseable sería, de ser
posible, esperar hasta el 14 de noviembre, cuando Marte se pondrá
directo nuevamente.
Cuando Marte está retrógrado,
tendemos a actuar a destiempo, a estar desincronizados con el
ritmo externo. Se puede ser demasiado rápido o lento, pero nunca tener el don
del momento. A veces sale bien, pero normalmente esa falta de sincronía echa a
perder los impulsos, porque “o el tren no llegó o ya pasó”. Se trata de que lo
que queremos o deseamos, no coincide con lo que nos ofrece la vida.
Durante este tránsito, cualquier acción se
torna dificultosa; nos cuesta mucho terminar nuestras tareas. Este tiempo
es más apropiado para finalizar las cosas que dejamos sin terminar.
De todos modos, una vez que la energía del planeta
retome su movimiento -la energía marciana que estaba bloqueada- se libera y uno
se encuentra con una serie de actividades que habíamos estado “preparando”
durante la fase retrógrada; esas iniciativas que posiblemente no llegaron a
realizarse. Por eso, es mejor ahorrarse el esfuerzo y no perder energía
inútilmente.
En la fase retrógrada se tiende
a revisar nuestras acciones, preguntándonos si estamos en
concordancia con lo que realmente deseamos; nuestra energía se ralentiza, es el
momento de preparar proyectos o iniciativas que se harán
realidad cuando Marte se torne de nuevo en fase
directa.
Este es el momento de revaluar, integrar y ver
cómo expresamos la energía marciana: cuánta voluntad ponemos en nuestras
acciones, cómo las iniciamos, cómo respondemos a los retos de la vida, cómo
reaccionamos a los conflictos de poder, cómo templamos nuestra agresividad,
nuestro sentido de la competitividad, nuestros instintos, nuestros miedos y
cómo nos defendemos del peligro.
Es el momento de observar qué obtenemos y qué ajustes
necesitamos para conseguir lo que vamos buscando y cuáles son nuestras
auténticas motivaciones. El caso es que tenemos que analizar si nuestras
acciones, el ímpetu y la fuerza que gastamos, están de acuerdo con lo que
realmente queremos.
Tendremos que replantearnos nuestras
reacciones al miedo o la agresión, a la pasión y al enojo. La energía
marciana puede frustrarnos ya que las cosas no se desarrollarán como las
habíamos pensado y las circunstancias o personas pueden ser un reto o una
provocación.
¡Atención! El que inicia una lucha cuando
Marte está retrógrado seguramente perderá la pelea. Así se trate de un
enfrentamiento personal o una guerra entre naciones, Marte retrógrado
favorece a la persona que fue atacada. Por extrapolación, la persona que
inicia una demanda cuando Marte está retrógrado está expuesta
a perder el caso.
Los cirujanos, las cirugías, los cortes, incisiones y
escalpelos están bajo el dominio de Marte. Por supuesto, las
cirugías de emergencia deben hacerse inmediatamente, pero todas las otras
cirugías deben posponerse cuando Marte en tránsito está retrógrado.
Tampoco es aconsejable comprar un coche cuando Marte está retrógrado. Marte representa
el metal, los automóviles y los accidentes. Entonces, los coches adquiridos
mientras que Marte está retrógrado tienden a
ser propensos a accidentes.
Marte también puede implicar
tensiones, una conducta impulsiva o una actitud agresiva con sus consecuentes
resentimientos en especial relación con los demás. Cuidado con los enojos y las
reacciones irracionales, los resentimientos, peleas y la impaciencia
desembocando en accidentes, cortes, fiebres, inflamaciones o problemas
musculares.
Marte está relacionado con los instintos,
las pasiones y el impulso sexual. Pueden salir reacciones de eventos
pasados. Hay que saber manejar estas situaciones para no obsesionarse o
alterarse demasiado.
Habrá que tener en cuenta, también, que una nueva
actividad laboral que comience con Marte retrógrado, no
suele durar mucho tiempo.
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