Nombre
Original: Jophiel.
Día
en su Honor: Lunes.
Día
de su Celebración: 29
de Septiembre.
Colores:
Amarillo y Oro,
colores de su vibración
Rayo:
Amarillo.
Propicia:
Aciertos ante las
dudas, el conocimiento y la elocuencia; Ayuda para que la gente pueda
entenderse en paz y armonía. Mensajero de secretos del corazón.
Velas:
Amarilla para
progreso material y espiritual. Naranja para aceptación social.
Chakra:
Tercero, Manipura
Chakra o Chakra del Plexo Solar: el amarillo.
El
nombre de proviene del hebreo: יופיאל, "La belleza de Dios", "Belleza divina". También
llamado Jophiel, Iophiel, Iofiel, Yofiel, Youfiel, Zophiel (Tsophiel צֹפִיאֵל, "espía de
Dios", "vigilante de Dios") y Zuriel (Tsuriel צוּרִיאֵל, "mi roca es
Dios"), es el arcángel de la sabiduría, la comprensión y el juicio. Él
aparece como uno de los siete arcángeles en las enseñanzas de Pseudo Dionisio.
Es uno de los siete arcángeles que están en presencia de Dios desde la
creación. Se invoca su protección en momentos en que necesitamos claridad mental,
iluminación y estabilidad. Es considerado el arcángel de la Sabiduría y la
Iluminación; por ello, algunos han postulado que fue Jofiel quien expulsó a
Adán y Eva del Paraíso y quien se quedó cuidando el camino que llevaba al Árbol
de La Vida.
Su
origen se remonta a escritos del llamado Pseudo-Dionisio, el cual era un
teólogo bizantino anónimo que firmó sus escritos a nombre de San Dionisio
Areopagita y vivió a finales del s. V e inicios del s. VI. De ese modo, su
origen es mucho menos antiguo que el de arcángeles como Miguel, Gabriel, Uriel
y Rafael, los cuales tuvieron su origen en el famoso Libro de Enoc. Su nombre
ha sido interpretado como “Belleza de Dios” o “Luz de Dios”, estando lo segundo
ligado a la lección que éste ángel tiene para el hombre, lección ésta que
consiste en el hecho de que, desde cierta perspectiva, todo es aprendizaje
dentro del mismo camino que, cada uno a su manera, recorre en pro de una meta:
la ascensión. Así, Jofiel tiene el don de mostrarle al hombre como todo es un
proceso de enseñanza que se repetirá una y otra vez hasta que el alma logre la
iluminación derivada de comprender el Plan Divino.
El
arcángel Jophiel representa el poder de la luz del conocimiento ante la
oscuridad de la ignorancia. Es la representación de la energía que disuelve el
orgullo falso, la estrechez de la mente y los malos hábitos que previenen la
absorción del conocimiento, como la indisciplina, la falta de concentración y
la falta de humildad. La energía que representa el arcángel Jophiel ayuda al ser
humano a limpiar la contaminación mental y física para alcanzar la belleza de
Dios, como su nombre indica. También promueve la inspiración artística e
intelectual, brindando ayuda con proyectos difíciles y creativos. Invocar
mentalmente al arcángel Jophiel es sinónimo de pedir ver la belleza y las
posibilidades del mundo que te rodea.
Según
el pseudo epigráfico Revelación de Moisés, otro nombre de Jofiel es Dina.
Jofiel/Dina se describe como un ángel del séptimo cielo, un guardián
cabalístico de la Torá (y la sabiduría), que enseñó 70 idiomas a las almas en
el alba de la creación. El Zohar lo enumera como un gran jefe angélico
encargado de 53 legiones que vigila Torá-lecturas en el día sabbat. Jofiel se
dice que es el compañero al ángel Metatrón. C. E. Clement, en su libro 'Ángeles
en el arte', nombrado Jofiel como el profesor de Cam, Jafet y Sem. Enrique
Cornelio Agripa5 y Thomas Rudd asimismo nombraban Jofiel como el profesor de
Sem. Jofiel es un arcángel de la cábala (aunque algunos sistemas ponen Raziel
en su lugar) y en varias listas incluyendo la del teólogo Pseudo Dionisio en la
Alta Edad Media.
El Calendarium
Naturale Magicum Perpetuum enumera Jofiel como el ángel de la sefirá
Jojmá, al igual que "Las verdaderas clavículas de Salomón", la
variante de Clave de Salomón, y los Sexto y Séptimo Libros de Moisés. Las dos
últimas obras derivadas del Calendarium.Agripa atributa Jofiel a
Saturno, mientras Paracelso le asigna a Júpiter. Rudd atributa el zodíaco a
Jofiel junto con la sefirá Biná en lugar de Zafkiel. Atanasio Kircher nombra
Jofiel como "Angelus pulchritudinis", ángel de la belleza. Según
Robert Ambelain, Jofiel es el encargado de los querubines, particularmente los
ángeles Haziel, Aladiah, Lauviah, Hahaiah, Iezalel, Mehahel, Hariel, y Hakamiah
de Shemhamphorash.
Jofiel
en el Judaísmo:
Las
tradiciones populares judías reconocen al arcángel Jophiel como un querubín o
trono que cuida de los siete cielos y los coros angélicos. Se le menciona como
el príncipe de la Torah y como un igual del Ángel de la Presencia. Los escritos
de Pseudo Dionisio Areopagita, uno de los recursos más importantes de la
angelología, lo mencionan como un arcángel. Otros papeles que se le han
asignado al arcángel Jophiel a través de la historia son el de haber ayudado al
arcángel Miguel en la batalla contra los ángeles caídos y el de haberle
enseñado a Moisés los misterios de la cábala. En el Zohar también se le
menciona como un gran jefe de 53 legiones ángeles. Se dice que su labor es
supervisar la lectura de la Torah en el Sabbat.
En
la tradición judía se le ha visto como equivalente a Yefefiah (uno de los
llamados “Ángeles de La Presencia”), como uno de los “Príncipes de La Ley” y
como compañero del arcángel Metatrón. El Zohar dice que comanda 53 legiones de
ángeles y que supervisa la lectura de la Torá en el Sabbat. También, dentro del
esoterismo judío se le ha descrito como uno de los “ocho ángeles príncipes de
la Merkaba”, siendo en esa óptica superior a Metatrón y todos los ángeles que
no participan del rango de “príncipe de la Merkaba”.
La
Cábala dice que él es el ángel que debe invocarse para crear amuletos, que
astrológicamente es el espíritu de Júpiter cuando la influencia de este planeta
está en Piscis y Sagitario; y, para algunos, Jofiel sería el mismo ser que Dina,
quien era una angelina guardiana de la sabiduría de la Torá y quien fue la
encargada de enseñar 70 lenguas a los humanos de los inicios después de la
expulsión de Adán y Eva y antes de la caída de la Torre de Babel. Sobre su
puesto entre las nueve jerarquías angélicas hay discrepancia.
Así,
unos creen que fue él un querubín que Dios puso para cuidar el camino al Árbol
de la Vida luego de la expulsión de Adán y Eva; en cambio, otros piensan que es
uno de los jefes de la Orden de los Tronos. En cuanto a su naturaleza
astrológica, Cornelius Agripa (1486-1535) ha dicho que Jofiel es uno de los
regentes de Saturno; Paracelso ha dicho que es la inteligencia de Júpiter y su
regente cuando está (Jupiter) sobre Piscis y Sagitario, además de que se
alterna con Zadquiel en la regencia de Saturno. Por último, hay
interpretaciones que lo ponen como el “ángel de Septiembre” y como regente de
Libra, estando por ello dotado del poder de curar la estupidez.
Jofiel
en el Cristianismo:
Las
escrituras cristianas no mencionan a Jophiel, pero se le ha llegado a
identificar como el ángel que echó a Adán y Eva del Jardín del Edén. Esto lo
convertiría también en el ángel que guarda el Árbol de la Sabiduría. La Iglesia
Católica solo reconoce de manera oficial a tres arcángeles debido a que solo
tres se encuentran en la Biblia: Miguel, Gabriel y Rafael. A Jofiel, junto con
los otros arcángeles, no los niegan pero tampoco los afirman en el sentido de
que dentro de la doctrina oficial sean referidos como seres efectivamente
existentes. Exactamente lo mismo ocurre con las Iglesias Cristianas Ortodoxas:
solo reconocen a Miguel, Gabriel y Rafael, dejando así a Jofiel en lo que se
podría considerar como un espacio de indeterminación doctrinal.
Por
su parte, en general las iglesias protestantes solo reconocen a dos (Miguel y
Gabriel), habiendo incluso iglesias como la Adventista o Los Testigos de
Jehová, las cuales dicen que Jesús y el arcángel Miguel son el mismo ser. Así,
dentro de estas iglesias Jofiel quedaría despachado; aunque, en lugar de
aceptarse su culto a nivel extra-oficial como en general suele hacer de forma
tolerante el Catolicismo (en parte porque en cierta época la Iglesia Católica
sí creyó en siete arcángeles), a nivel del Protestantismo esto sería muchas
veces atacado como “idolatría”.
Jofiel
en la Nueva Era:
Los
textos cabalísticos, que informan las creencias de la Nueva Era, identifican al
arcángel Jophiel con los signos de Sagitario y Piscis, y como un regente de
Libra que cura la estupidez en los humanos. Se le asigna también el mes de
septiembre. Jophiel es el ángel de los amuletos, a quien se le puede invocar
cuando se está trabajando con magia blanca.
Virtudes
y Servicios del Arcángel Jofiel:
Algunos
ocultistas creen que Jofiel es el arcángel que se encarga de tender puentes
energéticos entre los distintos niveles y dimensiones de la realidad
espiritual, permitiendo así no solo la eficiencia de la comunicación entre
ángeles y humanos sino también cualquier proceso comunicativo entre dos o más
seres que presenten heterogeneidad a nivel de los planos y niveles energéticos
en que manifiestan sus respectivas existencias; aunque, lejos de limitarse a lo
anterior, su papel de gestionador de puentes energéticos permite o facilita el
que un ser espiritual determinado pueda viajar a otro plano o dimensión como
ocurre, por ejemplo, en el desdoblamiento astral. Jofiel está asociado a
virtudes como la sabiduría, la iluminación, la inteligencia, la apertura mental
y la libertad que brota de la disolución de la ignorancia, la espiritualización
de la mente y la emancipación de las ataduras interiores que operan en la
mente.
Jofiel
puede otorgar los dones espirituales de la sabiduría, la iluminación, la
claridad mental, el deseo de conocimiento, la reflexión profunda, la
introspección que conduce al autoconocimiento, la liberación de la estrechez
mental y los prejuicios, la liberación del orgullo, la inspiración
(principalmente inspiración filosófica y artística), la conexión con el Ser
Superior Interno, el acceso a niveles más profundos y espirituales de
conciencia, la reconexión entre partes separadas del alma, la conexión entre el
séptimo chakra y los chakras extracorpóreos que existen por encima de la cabeza
y permiten tomar conciencia de nuevos planos espirituales; y, por último, las
visiones.
Por
lo anterior, entre otras cosas a él podemos recurrir cuando necesitamos
claridad mental para estudiar o pasar exámenes; o, ya a nivel de cuestiones más
importantes, podemos llamarlo cuando estamos en crisis existenciales, en etapas
de grandes cuestionamientos filosóficos cuya resolución requiere que nuestra
mente opere en toda su potencia y que la sabiduría no permita que nos engañemos
con retorcidos sofismas y abstracciones.
Forma
de Representación:
Su
representación más común es la de un arcángel con ropas doradas, una espada
ardiente en una mano y un libro en la otra: el dorado de la vestimenta
representa sabiduría, iluminación y santidad, la espada remite a que cuida el
Árbol de La Vida y el libro representa el conocimiento. Otra representación,
ligada a la interpretación de su nombre como “Belleza de Dios”, lo pone con
plumas de pavo real, simbolizando así la belleza y el poder que obtiene del
conocimiento de Dios. Pero hay también un elemento sumamente importante y
esotérico en esta representación: los múltiples ojos presentes en las plumas
del pavo real. Y es que el ojo remite a la percepción y por ello simboliza a la
conciencia: de ese modo, la multiplicidad de ojos representa la ubicuidad de
conciencia que Jofiel posee.
Sello
y forma de Invocarlo:
Una
manera (hay algunas) bastante eficiente para invocarlo es la siguiente:
1. Asegúrese de que sea lunes.
En cuanto a la hora, comúnmente se cree que a las cinco de la madrugada es la
hora de los ángeles, por lo cual comenzar el ritual a las cinco podría ser muy
bueno.
2. Procure estar solo y no ser
interrumpido.
3. Tome una vela amarilla o
dorada con el suficiente grosor para que la vela se mantenga en pie; y, luego
de rezar, tome la vela y frótela con ambas manos desde la base hasta la parte
de arriba: repita esto siete veces.
4. Tome una cartulina blanca,
dibuje el sello del arcángel Jofiel en la parte superior de la cartulina (se
recomienda que ocupe el 1/2 superior o el 1/3 superior de la cartulina); y, en
la parte inferior, escriba sus peticiones, lo que le quiere decir al arcángel
Jofiel y un agradecimiento por estar en su camino
5. Encienda la vela amarilla o
dorada.
6. Tome la cartulina blanca,
lea las peticiones y, cuando termine, agradézcale al arcángel por estar en su
camino y estar allí presente. Nota: en una variante, no lee la carta y pasa
directamente al siguiente paso
7. Doble la cartulina y
póngala debajo de la vela.
8. Recite una de las oraciones
conocidas (elección personal) al arcángel Jofiel. Nota: la oración, o se la
sabrá de memoria, o la tendrá anotada en un papel aparte de la cartulina.
9. Cierre los ojos, relájese,
ore interiormente, intente sentir a Dios, visualice una espiral de luz dorada
que viene de arriba, entra por su cabeza, llena su alma de luz dorada y le
llena de energía divina; ahora, visualice a Jofiel (como una luz dorada o como
usted quiera siempre y cuando la imagen refleje la esencia espiritual del
arcángel) e intente sentirlo, luego visualice que se ha cumplido su petición,
agradezca en su interior a Dios y al arcángel Jofiel y abra los ojos.
10. Queme el papel antes de que
la vela amarilla o dorada se consuma.
11. Deje que la vela se
consuma, váyase si la vela se demora mucho y no desea esperar.
Nota:
si no ve cumplida su
petición, repítala todos los lunes que sean necesarios, intentando hacerlo
siempre con la mayor fe posible y en un estado de paz interior y ausencia de
ira, odio, rencor o mala voluntad hacia el prójimo.
Oraciones:
ORACIÓN
I
¡Oh!
Sabio, radiante, esplendente,
amado
Arcángel Jofiel, nuestras mentes
y
corazones están ávido de penetrar en
los
laberintos insondables, misteriosos de
la
sublime ciencia del conocimiento de la
divinidad,
de la potestad, del espíritu del
Señor
Dios que nos creó, que nos guia
y
nos ama desde la cuna al ataúd.
Tú,
amadísimo Arcángel Jofiel, ilumina
nuestra
senda con la luz de la eterna
sabiduría,
líbranos de la amenaza de la duda
y
la incomprensión, nutre nuestro espíritu con
la
cuota indispensable de sabiduría que nos
conduzca
seguros al edén prometido a los justos.
Amen.
ORACIÓN
II
‹‹Yo
Soy la Iluminación y la Sabiduría de Dios, dirigiéndome en todo lo que hago.
Oigo, entiendo y bendigo a todas las cosas que contacte en este día. Vive
dentro de mí el poder suplidor infinito de cada una de mis necesidades y
requerimientos. Dentro de nuestro corazón está la llama dorada de la
iluminación que nos revela la Verdad. Hoy tomo la decisión de hacer, aquieto mi
cuerpo mental y recibo la idea exacta que revela la perfección en mi mundo.
Amado Arcángel Jofiel: Te amo, te bendigo y te doy las gracias por todo lo que
tú significas para nuestra Tierra y toda la Humanidad. Ayúdame a recibir las
ideas perfectas desde el corazón del Padre.››
ORACIÓN
III
‹‹Porque
es el Señor el que da la sabiduría y de Él procede la ciencia y la
sensatez, con la sabiduría se edifica la casa, con la inteligencia se
consolida, así es la ciencia, la sabiduría para tu alma, si la adquieres tienes
un porvenir y tu esperanza no será frustrada, Arcángel Jofiel, danos
estos dones y protege a los que obran con justicia y equidad, con prudencia y
rectitud. Ilumina mi entendimiento, ayúdame a conocerme a mí mismo,
ayúdame a tener ideas propias, a pensar alto, a mirar profundamente, a
observar siempre y aprender de todos.››
ORACIÓN
IV
"Glorioso
arcángel San Jophiel, intercede por mí, y ayúdame a alcanzar la sabiduría y
lograr la iluminación.
Glorioso
arcángel San Jophiel, imploro tu continua custodia para tomar decisiones
acertadas.
Glorioso
arcángel San Jophiel, envuélveme en tu color amarillo y ayúdame a llenarme de
tus bendiciones de intuición correcta y percepción afinada. Ilumina mi camino
espiritual y evapora de mi mente la niebla de la duda y la ignorancia.
Protector
mío, concédeme la gracia que te solicito (haz tu petición) si es conveniente
para el bien de mi alma y de todo el mundo. Acompáñame y guía todos mis pasos
hasta alcanzar la vida eterna y el amor divino.
Amén."
EDUARDO
LUZ
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