by Carolina
G
Se abre una nueva
temporada en nuestro Planeta y también en nuestras vidas. Junto con la entrada
del Sol en Libra, se forma el Equinoccio: comienza la
Primavera en el Sur y el Otoño en el Norte. Si estás en el Sur, abre
los brazos y preparate porque ya empezamos a florecer. Si estás en el Norte,
abre las manos para soltar y alivianar tu andar.
La palabra Equinoccio
proviene del latín aequinoctium y significa «noche
igual», porque el día tiene la misma duración que la noche en todos los lugares
del Planeta Tierra. La luz y la oscuridad permanecen en perfecto
equilibrio.
Hay dos Equinoccios al
año: uno el 21 o 22 de Marzo, cuando el Sol entra en Aries formándose el
Equinoccio de Otoño aquí en el Hemisferio Sur; y el otro el 21, 22 o
23 de Septiembre, cuando el Sol entra en Libra y se forma el Equinoccio de
Primavera. En el Hemisferio Norte es al revés.
El Tránsito del Sol en
Libra
Con el Equinoccio de
Septiembre entra el Sol en Libra y comenzamos una nueva temporada. Este tiempo
es para gestar un nuevo proceso de desarrollo, cultivando la Conciencia
de la integración armónica del Yo, el Otro y el Cosmos, que es lo único
que puede crear Paz, tanto en la esfera individual como transpersonal y
mundial.
Primero que nada, la
relación más importante que tenemos es con nosotros mismos. El verdadero Amor
al Yo, y cuando digo "verdadero" me refiero a la manifestación de ese
amor en actos de cuidado, valoración y desarrollo benevolente. Es desde allí
que irradiamos la energía para relacionarnos armónicamente con el Otro y el
Mundo. El amor a nosotros mismos está inseparablemente ligado al amor de
cualquier otro Ser.
Por eso mismo, durante
esta Temporada Libra va a estar muy presente la manifestación concreta del amor
personal, y la necesidad de prestar atención al propio deseo como medio para
reconocer que somos todos diferentes en la manera en que percibimos el
mundo. Me refiero a que cada uno ve la realidad según la interpreta o
considera, según su mirada, su enfoque, su lente.
Tener bien presente esta
premisa al entablar una relación con otra persona, una conversación, diálogo, o
cualquier tipo de vínculo, nos permite utilizar este conocimiento como una guía
hacia la integración de lo nuevo, bajo la aceptación de lo diferente y
complementario.
Somos todos diferentes,
y observamos el mundo desde nuestra mirada particular. Nuestro paisaje interno
de intuiciones, sensaciones, pensamientos y emociones, diseñan conjuntamente el
observador que somos. Nuestras interpretaciones son nuestras, y el otro observa
desde su enfoque individual. Por eso, aceptar esta diferencia básica
es ya comenzar a aceptar al otro desde esta diversidad esencial.
Recuerda: la energía de
Libra se sintetiza en el concepto Yin-Yang, es decir, en la integración de
los opuestos complementarios como vía hacia la construcción de una nueva
totalidad.
Es tiempo de integrar lo
nuevo con plena conciencia de que la apertura hacia el Otro es permitir
gestar la colaboración de dos almas para crear una nueva belleza.
La clave: aprender a
escuchar. Escuchar no para responder. Escuchar para comprender. Escuchar
verdaderamente es recibir al otro, abrazar la mirada del otro, respetando
la diferencia esencial que nos distingue como seres humanos. Esa diferencia es
riqueza. Eso es amar al otro.
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