Nombre
Original:
Raphael.
Día
en su Honor: Jueves.
Día
de su Celebración: 29
de Septiembre
Colores: T onos verdes y blanco.
Rayo: Verde.
Propicia:
Verdad, optimismo,
vence la falsedad. Presente en lugares en que se necesita su auxilio en caso de
dolor o enfermedad.
Velas:
Verdes para sanación
física y Blanco para sanación espiritual.
Chakra: Sexto, Ajna Chakra o
chackra del tercer ojo: Color Índigo.
San
Rafael (hebreo: רָפָאֵל,
Rāp̄āʾēl), dentro
del
cristianismo, se refiere a un arcángel, siendo uno de los tres arcángeles
conocidos por nombre dentro del cristianismo católico y ortodoxo, dado que la
referencia al personaje se da dentro del libro de Tobias o Tobit. Los otros dos
arcángeles son Miguel y Gabriel. Es uno de los tres patrones del peregrino. El
nombre proviene del hebreo רפאל: Rafa-El, que significa
‘Dios sana’ o ‘Dios Él ha sanado’ o ‘¡sana, Él!’ o ‘medicina de Dios’.
Actualmente la palabra hebrea equivalente a médico es rofe, conectado con la
misma raíz de Rafa-El.
En
árabe se llama اسرافيل
Israfil. Su nombre
significa: "Medicina de Dios" Fue el arcángel enviado por Dios para
quitarle la ceguera a Tobías y acompañar al hijo de éste en un larguísimo y
peligroso viaje y conseguirle una santa esposa. Su interesante historia está
narrada en el día 7 de febrero. San Rafael es muy invocado para alejar
enfermedades y lograr terminar felizmente los viajes. El Arcángel Rafael, es el
protector de los enfermos, su auxilio esta en todo momento que haya enfermedad,
dolor o aflicción. Protege a los matrimonios bendecidos y cuida de la felicidad
en los hogares. Sus ángeles rodean los centros de salud. El Ángel de la
sanación.
Rafael
en la Biblia:
De
acuerdo con el Libro de Tobías 5,4, Rafael fue enviado por Yaveh para acompañar
a Tobías, hijo de Tobit, en un largo y peligroso viaje para conseguirle una
esposa piadosa al joven. Esta es Sara, quien había visto morir a siete
prometidos debido a que un demonio, de nombre Asmodeo, estaba enamorado de la
mujer y mataba al esposo en la noche de bodas. En un principio, Rafael se
presenta como «Azarías, hijo del gran Ananías», pero al finalizar el viaje cura
la ceguera de Tobit y se manifiesta como «el ángel Rafael, uno de los siete en
la presencia del Señor». Durante el viaje, da instrucciones a Tobías para
pescar un pez, del que extraería las vísceras que usaría más tarde para alejar
al demonio Asmodeo enamorado de Sara y curar la ceguera de su padre. Debido a
esto, a Rafael se lo considera protector de los novios o el noviazgo, mas no
quien promueve los noviazgos como el Eros (Cupido) grecorromano.
Rafael
en el Cristianismo:
Rafael,
junto a Miguel y Gabriel, es uno de los tres arcángeles que la Iglesia Católica
admite de manera oficial debido a que se encuentra en la Biblia, de manera
explícita e incontrovertida en el Libro de Tobías y de forma implícita en un
pasaje del Evangelio de Juan. Su papel, para el Catolicismo, es el de arcángel
sanador, protector de los viajeros, del matrimonio y del noviazgo. Junto a la
Iglesia Católica, la Iglesia Ortodox lo acepta, otorgándole los mismos roles
que en el Catolicismo. Los protestantes, por tener un canon bíblico en que se
excluye el deuterocanónico Libro de Tobías, suelen considerarlo un mito.
Sin
embargo resulta curiosa su situación entre los mormones, donde se cree que,
junto a Gabriel y Miguel, él está participando de la “Restauración del
Evangelio” en los últimos tiempos, tiempos que para los mormones son los de la
actualidad…Ahora, ¿cómo puede eso ser posible si en su canon bíblico no está el
Libro de Tobías, único que avala la existencia de Rafael dentro de la Biblia.
La respuesta es la que sigue: ellos creen en la revelación progresiva (una
revelación que se va dando poco a poco y que no termina de cerrarse) y tienen
otros libros a los cuales consideran revelación divina además de la Biblia.
Entre
esos libros está Doctrina y Convenios, en el cual se habla del susodicho rol de
Rafael en los últimos días: ‹‹”¡Y además, la voz de Dios en la alcoba del
anciano papá Whitmer, en Fayette, Condado de Séneca, y en varias ocasiones y en
diversos lugares, en todas las peregrinaciones y tribulaciones de esta Iglesia
de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días! ¡Y la voz de Miguel, el
arcángel; la voz de Gabriel, de Rafael y de diversos ángeles, desde Miguel o
Adán, hasta el tiempo actual, todos ellos declarando su dispensación, sus
derechos, sus llaves, sus honores, su majestad y gloria, y el poder de su
sacerdocio; dando línea sobre línea, precepto tras precepto; un poco aquí, y
otro poco allí; consolándonos con la promesa de lo que ha de venir en lo
futuro, confirmando nuestra esperanza!”››
Rafael
en el Judaísmo:
Aparte
de los roles que en el Libro de Enoc se le da a Rafael como el “santo ángel de
los espíritus humanos” y el arcángel encargado “de las enfermedades y de todas
las heridas de los hijos de los hombres”, en el Zohár se afirma que: ‹‹la
tierra proporciona una vivienda para el hombre, a quien Rafael cura también de
sus males››. En la tradición judía se cree que Rafael eliminó el dolor de la
circuncisión en Abraham, que curó el muslo herido de Jacob; y que, tras el
diluvio, entregó a Noé un importantísimo “libro médico”. También,
se afirma que Rafael tiene el título de “guía del infierno”, ya que allí es un
lugar en que la curación es muy necesaria. Para la Cábala, los ángeles y
arcángeles tienen un rol clave en el Árbol de la Vida.
En
ese contexto, Rafael se sitúa en el plano mental creativo (“Briah”) y, entre
las emanaciones divinas o sefiroths, Rafael se asocia al sexto sefitroth
(“Tifereth”), sefiroth en el cual reside Dios-Hijo, llamado el “Príncipe de la
Paz”. Dentro de la Cábala se explica que el nombre “Rafael” significa “portador
de la curación de Dios”. Así mismo, se menciona que está entre los “ángeles
vigías” y que desempeña un papel de compañero y guía para quienes lo soliciten
y sean dignos de ello; o, simplemente, si así Dios lo dispuso. Igual que en el
Libro de Enoc, se plantea que Rafael es uno de los cuatro espíritus que están
junto a Dios, siendo el responsable de velar por la salud de los hombres y de
la Tierra.
Por último, algo interesante es la leyenda
cabalística en la cual es Rafael el ángel que Dios envió a Salomón para
entregarle el anillo mágico que le sirvió para construir el templo: una sortija
misteriosa, con una estrella de cinco puntas grabada en un sello, un anillo tan
poderoso que permitió a Salomón, luego de los rituales de invocación, someter a
los demonios invocados para que le ayudasen en la construcción del templo.
Vemos entonces que, según la leyenda, la ciencia atribuida a Rafael entra
también en el campo de lo oculto, participando también, en cierta medida, de lo
que se conoce como “ciencias ocultas”.
Rafael
en el Islam:
El
islam lo considera el ángel responsable de anunciar la fecha del Juicio Final
mediante el sonido de un corno. En ocasiones se lo representa con atuendo de
peregrino y portando un gran pescado en su mano.
Rafael
en el Libro de Enoc:
En
el Libro de Enoc se menciona a Rafael como uno de los cuatro grandes espíritus
que están junto a Dios, siendo todos ellos retratados como seres dotados de
misericordia y bondad hacia los hombres. El pasaje en que lo hace está lleno de
una viveza e intensidad tales que ciertamente incitan a pensar que no nos
encontramos ante un libro apócrifo, tal y como lo es para la Iglesia Católica.
Veamos:
‹‹Y
sobre los cuatro costados del Señor de los espíritus vi cuatro presencias
diferentes de aquellos que no duermen y aprendí sus nombres porque el ángel que
va conmigo me los dio a conocer y me mostró todas las cosas ocultas.
Y
escuché las voces de esas cuatro presencias y cómo ellas pronuncian alabanzas
ante el Señor de la Gloria.
La
primera voz bendice al Señor de los espíritus por los siglos de los siglos.
A
la segunda voz la escuché bendiciendo al Elegido y a los elegidos que dependen
del Señor de los espíritus.
A
la tercera voz la oí orar e interceder por los que viven sobre la tierra y
suplicar en nombre del Señor de los espíritus.
Y
escuché la cuarta voz expulsando a los Satanes e impidiendo que lleguen hasta
el Señor de los espíritus a acusar a quienes viven en la tierra de Él.
Después
de eso pregunté al ángel de paz que iba conmigo y me mostraba todas las cosas
que están ocultas: “¿Quiénes son esas cuatro presencias que he visto y cuyas
palabras he oído y escrito abajo?”
Me
dijo: “El primero, el misericordioso y muy paciente, es Miguel; el segundo, que
está encargado de las enfermedades y de todas las heridas de los hijos de los
hombres, es Rafael; el tercero, que está encargado de todos los poderes, es
Gabriel; el cuarto, que está encargado de la esperanza de quienes heredarán la
vida eterna, es llamado Sariel”.››
Virtudes
y Servicios del Arcángel Rafael:
Como
quedó claro anteriormente, el arcángel Rafael tiene las funciones de velar por
la salud de la Tierra y curar a los hombres, proteger a los viajeros y a los
noviazgos y matrimonios. Las virtudes asociadas a Rafael son la visión
espiritual, la inspiración de la verdad, la integridad, la previsión, la salud
no solo física sino emocional, mental y espiritual. Los dones que se le puede
pedir son: capacidad para sanar (los maestros de reiki pueden incrementar su
don con éste arcángel), don de ciencias sobre todo en el área de la Medicina,
inspiración.
A
él debemos acudir cuando necesitamos protección durante los viajes, cuando
enfermamos o enferma alguien que queremos, cuando no podemos ver la verdad a
seguir dentro de una situación (encontrar el camino espiritual), cuando
necesitamos proteger una relación de pareja importante (noviazgo o matrimonio,
no otras); y, según dicen algunas fuentes, cuando requerimos inspiración en el
estudio y práctica de la Música, la Medicina, la Matemática, o las Ciencias en
general.
Forma
de Representación:
La
forma en que se lo retrata está asociada a su historia en el Libro de Tobías.
Es por eso que carga ropas de peregrino (acompañó al hijo de Tobías en su
viaje), que porta un pescado (de ahí sacó la receta sanadora) y tiene un
bastón. El bastón simboliza la voluntad y el apoyo espiritual que Rafael puede
darle al hombre en el complicado camino de la existencia, de la vida; pero
también representa la autoridad y el poder espiritual con que éste arcángel
desvía, elimina o transforma las influencias y energías negativas. Usualmente
viste de verde, color asociado a la curación, la salud, la tranquilidad, la
salvación, naturaleza, la esperanza y la regeneración. El pez que porta es una
representación de la vida y del nacimiento.
Por
último, a veces se lo pone con una vara de dos serpientes, vara comúnmente
usada en los uniformes de los médicos. Esta vara no solo simboliza la Medicina
y la paz sino que también es, desde una óptica esotérica, una representación de
la kundalini (las serpientes) en ascenso y por tanto de la evolución
espiritual; pero también esas dos serpientes (simétricamente enroscadas)
representan a la salud física y psíquica, por lo que en última instancia
estarían aludiendo al equilibrio y la armonía como condiciones inherentes a la
salud.
Una
manera (hay algunas) bastante eficiente para invocarlo es la siguiente:
1. Asegúrese de que sea jueves
y no realice el ritual después de las doce de la noche o antes de las cinco de
la madrugada.
2. Procure estar solo y no ser
interrumpido.
3. Tome una vela verde con el
suficiente grosor para que la vela se mantenga en pie; y, luego de rezar, tome
la vela y frótela con ambas manos desde la base hasta la parte de arriba:
repita esto siete veces.
4. Tome una cartulina verde,
dibuje el sello del arcángel Rafael en la parte superior de la cartulina (se
recomienda que ocupe el 1/2 superior o el 1/3 superior de la cartulina); y, en
la parte inferior, escriba sus peticiones, lo que le quiere decir al arcángel
Rafael y un agradecimiento por estar en su camino
5. Encienda la vela verde.
6. Tome la cartulina verde,
lea las peticiones y, cuando termine, agradézcale al arcángel por estar en su
camino y estar allí presente. Nota: en una variante, no lee la carta y pasa
directamente al siguiente paso
7. Doble la cartulina y
póngala debajo de la vela.
8. Recite una de las oraciones
conocidas (elección personal) al arcángel Rafael. Nota: la oración, o se la
sabrá de memoria, o la tendrá anotada en un papel aparte de la cartulina.
9. Cierre los ojos, ore
interiormente, intente sentir a Dios y de ser posible al arcángel, visualice
que se ha cumplido su petición, agradezca en su interior a Dios y a Rafael y
abra los ojos.
10. Queme el papel antes de que
la vela verde se consuma.
11. Deje que la vela se
consuma, váyase si la vela se demora mucho y no desea esperar.
Nota:
si no ve cumplida su
petición, repítala todos los jueves que sean necesarios, intentando hacerlo
siempre con la mayor fe posible y en un estado de paz interior y ausencia de
ira, odio, rencor o mala voluntad hacia el prójimo.
Oraciones
ORACIÓN
I
‹‹Dios
te bendiga, Santo Arcángel Rafael, pues tú eres uno de los siete
maravillosos Arcángeles del Señor, que trabajáis día a día por la obra
divina. Guíanos en el camino de la sanación, pues por tu intermedio es
solo Dios el que sana. Tú que caminaste con Tobías, curaste a Tobit, venciste a
Asmodeo encadenándolo en Egipto y liberaste a Sara, camina a mi lado, guíame,
enséñame y revélame lo que debo hacer. Te pido especialmente, que por la
sabiduría que Dios te ha concedido, y apelando con todo mi corazón a la
misericordia divina, que nace del Padre, se expresa en el Hijo y se materializa
en el Espíritu Santo; que tengas a bien elevar, sanar, proteger y liberar a
(decir el nombre del enfermo) que tanto lo necesita. Bendice especialmente sus
medicamentos, y a los médicos que lo asisten, para que guiados por la fuerza
vivificadora del Espíritu Santo la salud habite en armonía en ese cuerpo, ese
espíritu y esa alma de nuestro Señor. Amén.››
ORACIÓN
II
‹‹Glorioso
Arcángel San Rafael, medicina de Dios, guíame (o guía a…) en este viaje de
aprendizaje y purificación, ayúdame (o ayuda a…) a reconocer las lecciones que
me (le) liberen de todas mis (sus) culpas, preocupaciones y pensamientos
negativos. Sé guía en el camino de la salvación, en ruta al Amor Divino,
para ver reflejado en toda la creación, el poder de regeneración y curación de
Dios.Te ruego que seas compañero en este viaje por la vida y un apoyo
constante con la autoridad que representa tu cayado. Rodéame (Rodea a…) con el
verde esperanzador y sanador de tu capa, y derrama tu medicina de luz
sobre todo mi (su) ser. Gracias amado arcángel Rafael,
por
tu amor sanador y compañía curativa, en este sagrado peregrinaje del cuerpo,
para encontrar la unión con el alma, según la voluntad divina, de manera
perfecta, para el bien de todo el mundo, y bajo la gracia de Dios. Amén.››
ORACIÓN
III
‹‹En
nombre de Cristo que habita en mi corazón, apelo a ti, querido y bien amado
Arcángel San Rafael; rodea y envuélveme con los Ángeles de la Divina Cura.
Arcángel Rafael, que la Divina Luz de la Verdadera Cura sea direccionada sobre
(mi nombre o nombre de la persona enferma). Arcángel de la Cura Divina, deseo
que tu luz me llene de energía, de salud, aquí y ahora, penetrando en cada
molécula y célula de mi cuerpo físico, mi cuerpo emocional y mi mente. Arcángel
Rafael, haz que la energía de la Cura Divina se manifieste en (mi nombre o
nombre de la persona enferma), a través de (mi nombre o nombre de la persona
enferma) y alrededor de (mi nombre o nombre de la persona enferma). En la
fuerza de la luz que irradias y que invade todo este cuerpo, purificándolo,
curándolo y bendiciéndolo declaro: “La luz de la Perfección Divina, y del poder
amoroso de Dios, se expresa a través de todo mi ser: a todo perdonando, a todo
liberando y a todo curando ¡Qué así sea! ¡Qué así sea! ¡Qué así sea!”››
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