Durante el tránsito del Sol en Virgo, el Cielo nos regala tiempo
para cultivar un nuevo nivel de Conciencia, comprendiendo que nuestra
conducta siempre tiene lugar en un medio ambiente determinado, y ese
entorno es parte de nuestro Ser. Las fuerzas del medio físico y social
estimulan a nuestro organismo, e interactuamos formando una unidad total.
Precisamente, la Temporada Virgo 2018 nos trae la conciencia del orden
funcional para mejorar nuestra realidad.
Ya estamos vibrando el tránsito del Sol en Virgo, y hasta el 22 de
Septiembre la oportunidad es crear conciencia sobre el orden que mejora nuestra
vida. Durante este t
iempo, nuestro Planeta y todos sus
seres estaremos recibiendo la frecuencia energética virginiana cuya característica principal es la conciencia del sistema que
conformamos.
Durante el último mes, el Sol transitó por el signo de Leo. Vibrando en
esa energía, el Sol nos iluminó la Conciencia del Yo,
nuestros poderes creadores, fuente de energía, y la comprensión de la
individuación como camino hacia la autorrealización.
Ahora, el Sol comienza a vibrar en el signo de Virgo, y el centro
del Universo se ubica en energía que corresponde al elemento Tierra, que,
particularmente, nos inspira al análisis empírico, a la observación de la realidad presente para mejorarla, para
descubrir aquello que merece ser purificado, ordenado.
En Virgo, el centro de nuestra galaxia nos envía una cualidad
energética muy diferente a la leonina, y la invitación es a abrir una
puerta para trascender el Yo en pos de un mejoramiento del organismo que
somos. Mientras que durante el Sol en Leo la atención se enfocaba en el
poder de la individuación, en Virgo la atención se
concentra en la funcionalidad de la estructura que contiene a ese Yo, es
decir, nuestra estructura organísmica y el ambiente del cual somos parte.
Así ciclo que ahora transitamos mientras vibra el Sol en Virgo, tiene
como oportunidad esencial tomar conciencia del sistema
que somos y conformamos, el adentro y el afuera en todas sus formas y
dimensiones : cuerpo, organismo, materia que somos, junto al
ambiente individual, social y transpersonal.
El ambiente
en el que vivimos es parte de nuestro Ser : el organismo y el ambiente forman
una unidad y ambos se encuentran influenciados por su dinamismo. Así, el
tránsito del Sol en Virgo genera luz para comprender esta dinámica y
centrarnos en algo más que el Yo, algo más abarcativo que trasciende la
conciencia individual del Ego : el medio ambiente que nos conforma.
Virgo es un signo que corresponde al elemento Tierra, modalidad
mutable, y representa la materia, la forma, el límite, la solidez
y el sentido de la realidad presente del mundo materialmente
perceptible. Su energía nos conecta con la percepción de un sistema,
un orden que merece ser funcional y saludable, el organismo que somos y
la percepción del ambiente que nos sostiene y, a la vez, se integra con nuestra
energía.
Virgo es la forma y el límite, el dar y recibir y la Conciencia
Sistémica. Así, transitando el Sol en Virgo, ahora nuestras luces se enfocan en
la percepción sistémica de la realidad. Entonces, la
Conciencia evolutiva nace del análisis empírico y de la comprensión de que
el Yo se enmarca siempre dentro de un ambiente, un entorno bio-psico-social que
interactúa permanentemente con el organismo que somos.
Somos
un Sistema : La Terapia Gestalt y la Autorregulación Organísmica
Somos Espíritu · Cuerpo · Mente · Alma en un espacio de tiempo regido
por el Sol y la Luna. Y, durante el tránsito del Sol en Virgo se amplía la
oportunidad de cultivar la Conciencia del sistema que conformamos.
Nosotros
somos un sistema individual, social y transpersonal, y mientras el
Sol vibra en Virgo es importante alimentar esta mirada que mucho tiene para
aportarnos.
En el ámbito de la Psicoterapia, el enfoque integrativo del
Yo y el ambiente que conformamos es una de las
bases fundantes de la Terapia Gestalt.
No
existe separación entre la Psique y el ambiente. Esta mirada
parte de la premisa fundamental de la Teoría de Sistemas propuesta por Bertalanffi, planteando que existe una resonancia constante entre el ser humano y el entorno
en el cual se enmarca. Algo parecido también plantea el Budismo y
el Taoísmo.
De allí emerge el concepto de “Autorregulación Organísmica”, un
concepto expandido por Fritz Perls, creador de la Terapia Gestalt, a partir del
cual postula que el funcionamiento saludable de las
personas se basa en la confianza básica en ser uno mismo y en la
naturaleza humana. Y que ésta, si está libre de
interferencias, sólo nos puede llevar a un lugar bueno y sanador, un lugar
de espacio e integración de todos los aspectos de la personalidad y el ambiente
que conformamos.
Según Joan Garriga, la idea de Autoregulación Organísmica presupone por
lo menos cuatro dimensiones principales:
1. Existe una fuente de vida misteriosa
(que no puede ser cartografiada intelectualmente) de la que mana algo bueno a
la que intuitivamente nos podemos confiar y nos dirije a la realización de
nuestra potencialidad, al igual que una semilla de bellota conduce naturalmente
al crecimiento y plasmación de un bellotero único,
2. Esta fuente misteriosa de vida se abre
camino a través de impulsos espontáneos a los que es mejor ceder y respetar, en
lugar de imponer la tiranía de la voluntad y el control como único sistema de
orientación,
3. Lo cual conlleva la no exclusión, el
respeto, integración y buena acogida de todos los aspectos y partes de uno. Se
trataría de una fuerza que renuncia a hacer diferencias.
4. La exclusión deviene en perversión,
pues aquello excluído trata de abrirse camino y ser representado, a veces en
modos problemáticos, como por ejemplo mediante la enfermedad tanto física como
psíquica y emocional.
La Conciencia de la auotorregulación organísmica es un camino hacia la plenitud, felicidad, desarrollo del Ser.
Así, el enfoque de la Terapia Gestalt mucho tiene que ver con el
arquetipo de la energía de Virgo: el Ser Humano y el ambiente en el
que vive resuenan formando una totalidad organizada. Y la integración
es la autorrealización del Ser.
Entonces…
La Oportunidad del Sol en Virgo
El ciclo que ahora transitamos mientras vibra el Sol en Virgo,
tiene como oportunidad esencial tomar conciencia del sistema
que somos y conformamos, el adentro y el afuera en todas sus formas y
dimensiones : cuerpo, organismo, materia que somos, junto al
ambiente individual, social y transpersonal. Y todo ello para alimentar la
Conciencia de la Autorregulación Organísmica.
Al ser energía de Tierra, el tránsito del Sol por el signo de Virgo hace
que nuestra Conciencia se focalize en el organismo que somos, así como en todo
los sistemas que conforman nuestras vidas. El cuerpo y la salud son
protagonistas, como así también el trabajo diario, las rutinas, la realidad
práctica, los deberes y las responsabilidades sociales, el orden, la
ayuda, el servicio, la limpieza y la purificación. Todas estas son
temáticas centrales que caracterizan a la energía virginiana. Es por esto, que
durante este tiempo estaremos mas conectados con la creación de Conciencia
en este nivel.
Tiempo
de analizar funcionalmente nuestra realidad actual,
reflexionar de modo práctico, trabajar desde la Conciencia para
desidentificarnos de nuestro Ego, hacer contacto con la totalidad
que somos aquí y ahora, y que incluye al ambiente que nos sostiene, para
regular lo que es necesario.
Es momento de soltar el Ego para centrarnos en el Ser. Y así
poder vislumbrar lo que necesitamos ordenar para mejorarnos.
Es un tiempo ideal para ordenar aquello que presenta caos, observar
nuestro organismo, limpiar el cuerpo, crear salud, depurar aquello que ya
no sirve en nuestra realidad, y cultivar una mente práctica, eficiente y
ordenada. Y actuar en consecuencia.
Este ciclo nos invita a trabajar para la integración de
nuestro Yo / Ego con nuestra Esencia / Ser. Si podemos desidentificarnos del
Ego e identificarnos con el Ser que somos, compuesto de 4 planos Espíritu ·
Cuerpo · Mente · Alma, fusionados por la chispa divina de la Vida, vamos a
crear conscientemente la posibilidad de pulir nuestra personalidad (el
Yo) para que cumpla la mejor función en pos del Todo, es decir, cultivar el
esfuerzo para poner a nuestro Ego al servicio del Ser.
Ligando a nuestro Yo con el Todo, trascendemos hacia una
Conciencia integrativa con el ambiente del cual somos parte. Así
podremos encontrar la mejor forma para que nuestra personalidad
funcione cada vez más alto y luminosamente, adentro y afuera, abajo y
arriba.
El tránsito del Sol en Virgo genera luz para comprender esta
dinámica y centrarnos en algo más que el Yo, trascender la conciencia
individual, para alimentar luminosamente el Todo que somos. Irradiar
luz al sistema, entorno, ambiente que nos sostiene.
Esta Temporada Virgo 2018 nos mueve a ordenarnos para mejorarnos
integralmente y ubicarnos funcionalmente en el sistema que conformamos.
Solo así podremos crecer. Porque somos un Sistema.
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